MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado que el primer ministro de Italia, Mario Draghi, actuó con "mala educación" cuando le tachó de dictador la semana pasada, después del incidente por el reparto de asientos en la reunión con los presidentes de la Comisión y del Consejo europeos, Ursula von der Leyen y Charles Michel, respectivamente.
Draghi abogó por buscar un equilibrio en la colaboración con "dictadores" como Erdogan, reconociendo que es necesario seguir trabajando con ellos sin perder de vista la posición propia, lo que ya le costó a Italia que su embajador en Ankara fuese convocado por el Ministerio de Exteriores turco.
"Lo que hizo fue una completa falta de tacto, una grosería total", ha dicho Erdogan en su primera alusión a la polémica, según el diario 'The Daily Sabah'. El ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, ya había señalado que se trata de "declaraciones inaceptables" por parte del dirigente italiano.
Por otra parte, Erdogan también se ha referido a la reciente salida de Turquía de la Convención de Estambul, alegando que "no ha llevado al respeto de los derechos de las mujeres" en ninguna parte del mundo y que Turquía puede redactar un compromiso "más justo, mejor y más fuerte".
Las autoridades turcas justificaron la decisión anunciada el 20 de marzo apuntando que dicha convención entraba en conflicto con las tradiciones locales y que las leyes nacionales ya proporcionaban una población suficiente a sus mujeres, una tesis que no comparten ni la Unión Europea ni las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.