El presidente turco denuncia una campaña de presión individual de la Casa Blanca para forzar abstenciones
ANKARA, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha felicitado este viernes a la Asamblea General de Naciones Unidas por repudiar el reconocimiento de Estados Unidos sobre Jerusalén como capital de Israel y por su firmeza frente a las advertencias vertidas por la embajadora norteamericana, Nikki Haley, que prometió "apuntarse los nombres" de quienes se mostraran contrarios a la decisión de la Casa Blanca.
"A pesar de las amenazas, Naciones Unidas adoptó una postura honrosa, y Estados Unidos debería retroceder de este paso equivocado que ha dado", ha declarado Erdogan en comentarios recogidos por el diario 'Hurriyet'. Haley no solo avisó en los días previos a la votación, sino que, en los momentos previos al acto, aseguró que "Estados Unidos recordará el día en el que fue elegido para ser atacado por ejercer su derecho como nación soberana".
En este sentido, Erdogan ha respondido este viernes que "la actitud que ha exhibido Estados Unidos antes de la votación será recordada en la historia de la democracia como un acto feo e imperdonable".
Erdogan ha dicho que ha tomado nota de que la advertencia de Haley surtió efecto, a pesar de todo, dado que varios países generalmente amistosos con los palestinos decidieron abstenerse de la votación. Pero también ha asegurado que la declaración de la embajadora fue solo el principio de una campaña de presión individual orquestada por la Administración Trump.
"La Casa Blanca cogió el teléfono y llamó a estos países uno a uno, amenazándolos de manera flagrante", ha asegurado el presidente turco. Un total de 128 países votaron a favor de la resolución, nueve en contra y 35 decidieron desentenderse.
El texto aprobado el jueves estipula que el estatus de Jerusalén debe ser resuelto "mediante negociaciones" y lamenta las "decisiones recientes" adoptadas al respecto. En este sentido, avisa de que cualquier iniciativa que altere el estatus de la Ciudad Santa "no tiene efecto legal" e incumple las resoluciones de Naciones Unidas.