Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía - PRESIDENCIA DE TURQUÍA
Stoltenberg informa de un diálogo con el ministro turco de Exteriores y remarca la necesidad de "permanecer unidos en este momento histórico"
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha descartado dar su visto bueno a la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN y ha pedido a los gobiernos de ambos países que no se tomen la molestia de hacerle cambiar de opinión.
"No diremos 'sí' a quienes imponen sanciones a Turquía para unirse a la OTAN", ha zanjado el presidente Erdogan en una rueda de prensa conjunta en Ankara con su homólogo argelino, Abdelmayid Tebune, informa la agencia Anadolu.
Erdogan ha explicado que Turquía no puede aceptar la membresía de Suecia y Finlandia ya que ninguno de estos dos países "tiene una posición clara e inequívoca sobre las organizaciones terroristas", en una clara alusión al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado terrorista por el Gobierno turco.
Suecia y Finlandia deben contar con el visto bueno de todos los miembros de la Alianza para poder entrar. Si bien las delegaciones de los países nórdicos confían en revertir la postura turca, Erdogan ya ha señalado que "no tienen sentido venir a Turquía" para hacerles cambiar de opinión.
Poco después, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha comunicado que ha mantenido una conversación con el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu sobre este asunto y ha puesto en alza el papel de Turquía en la Alianza y la necesidad de "permanecer unidos en este momento histórico".
"He hablado con el ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, sobre las decisiones de nuestros socios más cercanos Finlandia y Suecia de solicitar la membresía en la OTAN. Turquía es un aliado valioso y cualquier problema de seguridad debe abordarse. Debemos permanecer unidos en este momento histórico", ha escrito Stoltenberg en su cuenta de Twitter.
Este lunes la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, ha informado de que su Gobierno solicitará de manera formal su ingreso en la OTAN, un día después de que lo hiciera Finlandia. Una maniobra vista por el Gobierno ruso como ajena a los intereses "a largo plazo" de la sociedad de ambos países.