Recep Tayyip Erdogan
UMIT BEKTAS / REUTERS
Actualizado: jueves, 6 abril 2017 20:43

ESTAMBUL/ANKARA 6 Abr. (Reuters/EUROPA) -

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha denunciado este jueves que Europa se ha convertido en "el centro de la opresión, la violencia y el nazismo" y que el viejo continente "no tiene nada" que decirle al mundo ni a la propia Turquía.

"Europa se ha convertido en el centro de la opresión, la violencia y el nazismo", ha asegurado el mandatario ante una multitud de seguidores con banderas turcas, en un acto celebrado en la provincia de Balikesir. "Europa está acabada, no tiene nada que decir ni al mundo ni a nosotros", ha añadido.

Las declaraciones de Erdogan llegan cuando quedan diez días para que se celebre el referéndum en el que los turcos votarán la reforma constitucional por la que el país pasará de un régimen parlamentario a uno presidencialista.

Según la encuesta elaborada por la agencia Gezici a principios de abril, el 'sí' ganaría con un 53,3 por ciento de los votos. Hace un mes, el 'no' alcanzaba el 51,1 por ciento de las expectativas de voto, según el fundador de este centro demoscópico, Murat Gezici.

"El nacionalismo ha aumentado en Turquía desde el intento de golpe de Estado del mes de julio de 2016 y la oposición sigue siendo débil a la hora de crear una narrativa al respecto que unifique la sociedad", ha asegurado la agencia Gezici, en un comunicado.

El referéndum del 16 de abril someterá a votación la reforma de la Carta Magna para reemplazar el sistema parlamentario actual por uno presidencialista, en el que el jefe del Estado tendrá competencias ejecutivas, una modificación que Erdogan justifica por la necesidad de adaptar al país ante los retos actuales.

"EUROPA ESTÁ ACABADA"

La consulta causa división en el país y la oposición teme que la reforma de la Carta Magna se traduzca en un aumento del autoritarismo del Gobierno y del mandatario, criticados tanto por los opositores como por la comunidad internacional por el recorte de libertades y por abandonar los principios laicos de la Turquía moderna.

A lo largo de la campaña, Erdogan y sus ministros han pronunciado varios discursos cada día, todos difundidos en las redes, y han jugado la carta del nacionalismo para seducir a los votantes en casa y en el extranjero.

Este jueves, el presidente turco ha acusado a Alemania y a Países Bajos de usar "métodos nazis" al prohibir los mítines de sus ministros y otros altos cargos turcos y ha denunciado que están intentando de este modo coartar el voto de los turcos residentes en Europa, por lo que ha amenazado con "reevaluar las relaciones" con la Unión Europea.

Las encuestas realizadas sugieren que la carrera será mas dura de lo que Erdogan creía. Algunos todavía consideran que el 'no' se impondrá en las urnas. Fuentes del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) han dicho en privado que esperan que el 'sí' gane con un 56 por ciento, muy por debajo del 60 por ciento que quiere Erdogan.

Erdogan está contando con el apoyo de los turcos residentes en Europa, incluido los 1,5 millones de ciudadanos que votan en Alemania, para lograr la ratificación de los cambios constitucionales que le darían amplios poderes como presidente.

En las últimas elecciones parlamentarias, en noviembre de 2015, el 59 por ciento de los turcos que votaron en Alemania apostaron por el AKP, aunque la participación fue baja.

La última encuesta realizada por Gezici en 24 provincias durante el 1 y 2 de abril señala que habrá entre un 82 y un 83 por ciento de participación y que el 'sí' podría alcanzar hasta el 56 por ciento del total de sufragios si la participación es menor.

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