NUEVA YORK 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha instado a los países "amigos" a sumarse a la lucha contra el clérigo Fetulá Gulen y su organización, catalogada de "terrorista" y señalada por su presunta responsabilidad en el fallido golpe de Estado de mediados de julio.
Erdogan se ha subido este martes al atril de la Asamblea General de Naciones Unidas, desde donde ha condenado el terrorismo y las acciones de grupos como Estado Islámico, el Frente al Nusra o las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas.
Sin embargo, también ha advertido de una "organización terrorista" de "nueva generación", en alusión a la organización que dirige desde Estados Unidos Gulen. "Su estrategia básica es infiltrarse en las instituciones del Estado, influir en la sociedad y dominar los recursos económicos bajo la máscara de la educación, el diálogo, la tolerancia y las ONG", ha denunciado.
Turquía ha solicitado a Estados Unidos la extradición de Gulen y, en su mensaje, Erdogan ha llamado a todos los países "amigos" a tomar las "medidas necesarias" para combatir la supuesta amenaza 'gulenista'. El presidente turco ha asegurado que es por la "propia seguridad" de esos países, ya que "mañana podría ser demasiado tarde".
Erdogan ha presumido ante la Asamblea General de la ONU de la respuesta ciudadana ante la intentona golpista y ha dicho estar "orgulloso" de su pueblo. "Nuestra nación dio una lección histórica", ha destacado, al recordar con "orgullo" las escenas de la noche del 15 de julio.
SIRIA
Erdogan también ha dedicado un amplio apartado a Siria, país vecino en el que Turquía mantiene abierta una operación militar. Al margen de los llamamientos para la resolución del conflicto y de sus críticas a las partes beligerantes, el mandatario turco ha hecho especial hincapié en la "crisis humanitaria" derivada de la guerra.
Turquía acoge actualmente a "casi tres millones de sirios", según Erdogan, que ha recriminado la actuación de una comunidad internacional que, en su opinión, "se ha limitado a escuchar las cifras con indiferencia y sin actuar durante mucho tiempo".
Erdogan ha lamentado especialmente la falta de colaboración económica, ya que Turquía se habría gastado "casi 25.000 millones de dólares" en ayudar a los sirios que han cruzado la frontera. De este dinero, ha explicado, 12.000 millones corresponden a los campamentos de acogida.
"Desafortunadamente, hemos recibido poco apoyo de otros países, especialmente de la Unión Europea, que había prometido ayudarnos en esta cuestión", ha apostillado.
Por otra parte, Erdogan ha reiterado su llamamiento para la puesta en marcha de una "zona segura" en Siria. El propio mandatario turco ha admitido en su alocución que esta propuesta no ha recibido el "apoyo necesario", entre otras cuestiones por el volumen de implicación militar que conllevaría.