MADRID, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha negado este miércoles la existencia de un 'problema kurdo' en el país, asegurando que el problema es "el terrorismo", en medio de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste del país.
En su discurso, el mandatario ha apuntado que todos los grupos étnicos de Turquía tienen sus problemas específicos, asegurando que el Gobierno trabaja para solucionarlos, según ha informado el diario local 'Hurriyet'.
"En Turquía, hay quienes piensan en una sola cosa: 'El problema kurdo y el problema kurdo, el problema kurdo y el problema kurdo'. No conseguirán que nadie compre esa idea", ha manifestado.
"Cerramos este problema en Diyarbakir en 2005. Entonces dijimos que este problema ya no existía, no se le puede explicar a nadie. Lo que hay en Turquía es un problema con el terrorismo", ha recalcado.
Por otra parte, ha hecho referencia a la posibilidad de retirar la inmunidad parlamentaria a los diputados del prokurdo Partido Democrático del Pueblo (HDP), al que el gubernamental Partido Justicia y Desarrollo (AKP) acusa de apoyar al PKK.
"En principio, me opongo al cierre de partidos, que considero innecesario. Sin embargo, el precio de un crimen cometido por un político debe ser pagado de forma personal, no de forma institucional", ha valorado.
Erdogan ha hecho así referencia al caso del copresidente del HDP Selahattin Demirtas, quien en diciembre afirmó que "habrá un Kurdistán en el próximo siglo, y podría incluir un Estado independiente", lo que llevó a la Fiscalía a abrir una investigación.
La jornada de este miércoles ha estado marcada por la violencia, con la muerte de un soldado y tres mujeres civiles y varios incidentes en las localidades de Sirnak y Bahçelievler, ambas ubicadas en la provincia de Sirnak (sureste).
Unos 200 militares y policías y cientos de milicianos han muerto desde el pasado 15 de diciembre, cuando las fuerzas turcas iniciaron una ofensiva contra el PKK.
En julio se rompió el alto el fuego pactado por el PKK y Turquía en el marco de unas negociaciones de paz que pretendían cerrar un conflicto que se ha cobrado unas 40.000 vidas desde que estalló, en 1984. El alto el fuego estuvo en vigor dos años.