MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha criticado este miércoles la decisión de Estados Unidos de entregar armas a las Unidades de Protección Popular (YPG) --el brazo armado del principal partido kurdo de Siria--, pidiendo que la cancele antes de su viaje al país norteamericano.
En sus declaraciones, el mandatario ha resaltado que la lucha contra Estado Islámico "no debe ser llevada a cabo con la ayuda de otra organización terrorista", en referencia al apoyo de Washington a la milicia kurda en sus combates contra el grupo yihadista.
Asimismo, ha pedido a los países aliados de Turquía "que se sitúen junto a Ankara, y no junto a organizaciones terroristas", argumentando que "cualquier acontecimiento en Siria y Turquía es un asunto de seguridad nacional para el país".
"Nos gustaría pensar que nuestros aliados prefieren estar junto a nosotros antes que junto a organizaciones terroristas", ha remachado, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Horas antes, el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, indicó que la orden del presidente, Donald Trump, de armar a las YPG tendrá un "resultado negativo".
"Si se toma una decisión negativa, las consecuencias no serán solo contra Turquía, sino que también tendrá un resultado negativo en Estados Unidos", dijo, tal y como ha recogido el diario local 'Hurriyet'.
Yildirim consideró, no obstante, que "la Administración estadounidense todavía tiene la oportunidad de apreciar la sensibilidad de Turquía sobre la organización terrorista del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK)", con la que Ankara vincula a las YPG sirias.
"La posición de Turquía es muy clara sobre este asunto: estamos en contra de usar a un grupo terrorista contra otro grupo terrorista y hemos trasladado este claro mensaje a nuestros socios", resaltó, refiriéndose a las YPG y al Estado Islámico.
En la misma línea, el ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, ha alertado de que cada arma que consiguen las YPG "supone una amenaza para Turquía" porque el impacto es el mismo que si cayeran en manos del PKK. "No son organizaciones terroristas distintas", ha insistido desde Montenegro, donde está de visita oficial.
Cavusoglu ha aclarado que Turquía no se opone a que Estados Unidos arme a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), coalición rebelde en la que se integran las YPG, para llevar a cabo la ofensiva sobre Raqqa, capital del autoproclamado califato del Estado Islámico, pero ha considerado que debería excluir a las fuerzas kurdas.
Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, ha expresado su confianza en la capacidad de Washington y Ankara para rebajar la tensión bilateral por este asunto, al tiempo que ha ratificado el compromiso de la Casa Blanca con la seguridad en la frontera de Turquía con Siria.
Turquía teme que los avances conseguidos por las YPG en el norte de Siria alimenten la insurgencia del PKK, que lleva más de tres décadas atacando a las fuerzas de seguridad turcas. La guerra entre el PKK y el Gobierno turco ha acabado con la vida de más de 40.000 personas desde 1984.