Destaca que "la voluntad nacional no puede ser derribada con carros de combate y aviones que bombardeen a civiles"
MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha subrayado que el intento de golpe de Estado del 15 de julio de 2016 "no será eliminado de la memoria" del país, antes de recalcar que el objetivo era crear divisiones entre la población y el Ejército turco.
El país celebra desde 2016 el Día de la Democracia y la Unidad Nacional durante la jornada del 15 de julio para conmemorar la intentona, que se saldó con más de 250 muertos y achacada por Ankara al clérigo islamista Fetulá Gulen, antiguo aliado de Erdogan y residente en el exilio en Estados Unidos.
"Recuerdo de forma respetuosa a todas las personas valientes que abrazaron el martirio de forma desinteresada, sin dudarlo, para preservar la seguridad de nuestra patria y el bienestar de nuestra nación, desde esfuerzos antiterroristas a operaciones más allá de nuestras fronteras", ha dicho Erdogan.
"Expreso mi gratitud a todos mis hermanos y hermanas que se vieron honrados con el título de veterano, en nombre de mi país y mi nación, y les deseo buena salud y una vida larga y próspera", ha agregado, tal y como ha recogido la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Así, ha ensalzado el papel de los "héroes" que se convirtieron en "mártires" y ha destacado que "el 15 de julio es un hito" para el país". "Es una de las fases más significativa de nuestra lucha durante mil años para lograr que las tierras de Anatolia sean nuestra patria y nuestros 200 años de lucha por la supervivencia", ha añadido.
"Quiero enfatizar de nuevo que en la noche del 15 de julio no sólo se desarticuló un intento de golpe sangriento y traicionero, sino que se escribió una épica que será recordada con orgullo y honor de generación en generación", ha aseverado Erdogan.
"Declaramos al mundo entero que esta voluntad nacional no puede ser derribada con carros de combate, artillería, rifles y aviones que lancen bombas contra civiles", ha indicado, al tiempo que ha reiterado que la resistencia ante la intentona es "el orgullo de la nación" y una "medalla de honor".
Ankara culpa a Gulen de estar detrás del fallido golpe de Estado, si bien el clérigo, que vive en Estados Unidos en un exilio autoimpuesto desde 1999, ha negado estar vinculado con la intentona. Turquía ha reclamado en numerosas ocasiones a Estados Unidos que extradite al clérigo, si bien por ahora no se han dado pasos a tal fin.
Erdogan y Gulen eran aliados políticos hasta que la Policía y la Fiscalía, supuestos simpatizantes del clérigo, según el Gobierno turco, abrieron una investigación sobre corrupción en 2013 contra varios altos cargos del Ejecutivo, lo que llevó a las autoridades a asegurar que diversos organismos habían sido infiltrados por seguidores de Gulen.
El alcance de la persecución de las personas supuestamente vinculadas con la intentona ha alarmado a las organizaciones de Derechos Humanos y a aliados occidentales de Turquía, que han acusado a Erdogan de haber puesto en marcha una purga para acabar con todos los críticos con su gestión.