ASMARA, 23 Jul. (Reuters/EP) -
El último grupo de reclutas del servicio militar obligatorio en Eritrea han sido informados de que no durará más de 18 meses, según varios de sus familiares, lo que eleva las expectativas de que el mismo llegue finalmente a su fin.
El país introdujo en 1995 el servicio militar obligatorio de 18 meses para todo aquel hombre de entre 18 y 50 años, si bien lo ha mantenido de forma ilimitada desde el estallido de la guerra con Etiopía (1998-2000).
Grupos de Derechos Humanos y países occidentales han denunciado que esto supone un servicio militar indefinido que obliga a miles de eritreos a huir del país, en ocasiones cruzando el desierto del Sáhara para intentar llegar a Europa.
El anuncio tuvo lugar durante una ceremonia de graduación celebrada el 13 de julio, en medio de la mejora de las relaciones entre Eritrea y Etiopía, que decidieron hace dos semanas poner fin al "estado de guerra".
"La semana pasada se nos dijo que no servirían más de 18 meses porque las dinámicas han cambiado", ha dicho un familiar de un hombre recientemente reclutado, bajo condición de anonimato.
Una segunda persona ha confirmado que el anuncio se realizó en la citada ceremonia, en la que estuvo presidente el presidente eritreo, Isaias Afewerki.
El ministro de Información del país, Yemane Gebremeskel, no ha desmentido las informaciones, si bien ha recalcado que no ha habido un anuncio formal. "Los anuncios políticos de esta importancia se realizan invariablemente a través de nuestros medios oficiales, lo que no ha pasado", ha sostenido.
Un residente de Asmara consultado por Reuters ha afirmado que está a la espera del anuncio oficial. "He estado en servicio durante los últimos 20 años y estoy orgulloso de mi papel", ha señalado. "Espero que ahora seamos amigos de nuestros hermanos etíopes, en lugar de enemigos, y seguir adelante con mi vida", ha añadido.
LOS ACERCAMIENTOS DIPLOMÁTICOS
Eritrea se independizó de Etiopía en 1993 tras una larga lucha por la independencia pero los dos países se enfrascaron en una guerra en la frontera en 1998. En 2000, los dos países firmaron un acuerdo de paz pero Etiopía se negó a cumplirlo con el argumento de que necesitaba que hubiera más conversaciones sobre su desarrollo.
La reconciliación entre los dos países, que se enfrentaron en una guerra por su demarcación fronteriza entre 1998 y 2000 que se saldó con unos 80.000 muertos, comenzó a principios de junio, cuando el partido gubernamental de Etiopía, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), anunció que aceptaba y procedería a aplicar el Acuerdo de Argel, firmado en 2000 y que delimita la frontera con Eritrea, incluyendo la localidad de Badme.
Ante lo que consideró como "signos positivos" que llegaban desde Etiopía, el presidente eritreo anunció el envío de una delegación oficial a Adís Abeba, que se materializó el 25 de junio.
Dicha visita por parte del ministro de Exteriores y un asesor presidencial de Afwerki sentó las bases para la primera cumbre entre el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, y el mandatario eritreo.
En dicha cumbre, los dos dirigentes acordaron el restablecimiento de relaciones diplomáticas, con la reapertura de las embajadas, así como de los vuelos y las telecomunicaciones entre los dos países. Eritreos y etíopes ya pueden hablar por teléfono tras 20 años de suspensión del servicio mientras que Ethiopian Airlines reanudó sus vuelos comerciales a Asmara la semana pasada.