La ONG denuncia que los niños, que ya se enfrentan al duro invierno, están "aterrorizados" por los bombardeos
MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Más de 250.000 personas han abandonado sus hogares en Siria a raíz de la escalada de violencia que ha sacudido diversas zonas en las últimas semanas, lo que ha derivado también en un "peligro extremo" para miles de niños que se han visto afectados por el aumento de los combates especialmente en la zona de Idlib, según la ONG Save the Children.
"A las 10 de la mañana, estábamos sentados en las tiendas y escuchamos la primera bomba. Cuando salimos nos dimos cuenta de que estaba a 70 metros de donde nos encontrábamos. La segunda bomba cayó a 100 metros y la tercera cerca de un cruce a nuestro lado", ha contado Samer, que intenta refugiarse de la violencia en el campamento de Atmeh, en el extremo norte de Idlib.
Su familia, como tantas otras, quedó atrapada por un bombardeo registrado el martes, según han trasladado a Save the Children las organizaciones con las que trabaja en la zona. Las últimas 48 horas han sido especialmente complicadas debido a un repunte de los ataques en toda la región.
Samer ha confirmado que en el campamento perdieron la vida seis personas, entre ellas dos niños. "Estaban sentados alrededor de una estufa cuando de repente una bomba cayó sobre ellos. Las personas mayores y los niños están aterrorizados y en constante estado de pánico", ha denunciado.
Los hijos de Samer están aterrorizados y no son los únicos. Todos los niños han abandonado el campamento "por miedo", ha explicado esta mujer, quien ha calificado de "desesperante" la situación por la que están atravesando, toda vez que complica más aún las duras condiciones asociadas al invierno, según un comunicado de la ONG.
"No tenemos estufas, ni carbón, y ahora es invierno. La gente no puede aguantar las bajas temperaturas, estamos en las montañas y hace mucho frío. Si tuviésemos recursos compraríamos tiendas de campaña y las montaríamos solos, pero no hay dinero, no hay nada", ha lamentado.
La directora de los trabajos de Save the Children en Siria, Sonia Khush, ha advertido de que, en el caso de Idlib, la situación "ha ido de mal en peor", con un aumento "serio" de los ataques y "decenas" de nuevas víctimas mortales. Por este motivo, ha reclamado un "alto el fuego inmediato" tanto para Idlib como para el resto del país, "para que los suministros humanitarios lleguen a todos los necesitados".
"Los niños y sus familias huyen con la esperanza de encontrar seguridad y ayuda, pero ahora las bombas los están persiguiendo incluso en los campamentos y hospitales. Se están quedando sin lugares a donde ir", ha remachado Khush.