MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
Decenas de miles de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares debido al aumento significativo de los bombardeos en el norte de Siria durante el último mes, según ha criticado este jueves Médicos Sin Fronteras (MSF), denunciando las violaciones del Derecho Humanitario por todas las partes implicadas en el conflicto.
Según la organización, algunos de los nuevos desplazados han buscado refugio en campos y pueblos cercanos, mientras que otros se han visto en la necesidad de huir mucho más lejos: unas 1.925 de familias han dejado sus hogares en octubre --225 en la última semana-- para llegar hasta los campamentos de Atmeh, en la provincia de Idlib, donde ya había 110.000 personas.
La ONG ha destacado el creciente número de ataques aéreos contra hospitales desde septiembre, hasta doce repartidos en las provincias de Idlib, Alepo y Hama. Además, otros seis centros se han visto obligados a cerrar. De los 18, la mitad recibía el apoyo de MSF, quien asegura que los bombardeos han destruido cuatro ambulancias y se han cobrado la vida de 35 pacientes y trabajadores sanitarios y otros 72 han resultado heridos.
"Después de más de cuatro años de guerra, seguimos estando completamente perplejos ante la falta absoluta de respeto por parte de todas las partes enfrentadas a los principios más básicos del Derecho Humanitario", ha afirmado el coordinador general de los proyectos de MSF en Siria, Sylvain Groulx, en un comunicado.
"La facilidad con la que todos los grupos armados violan las reglas de la guerra" ha llevado a la ONG ha cuestionarse la vigencia de este concepto, "si hay que darlo definitivamente por muerto". "Hemos pedido en repetidas ocasiones el cese inmediato de los ataques contra instalaciones médicas en todo el país, pero tenemos serias dudas de que haya alguien preocupado en escucharnos", ha lamentado Groulx.
DESCENSO DE TEMPERATURAS
MSF ha explicado que con el descenso de las temperaturas, la búsqueda de un refugio adecuado se ha convertido en la prioridad más urgente para los desplazados y ha mostrado su preocupación el acceso cada vez más difícil de estas personas a la atención médica.
"La capacidad de ampliar los campos existentes o de construir nuevas estructuras para recibir a aquellos que están llegando en las últimas semanas es muy limitada", ha aclarado MSF, añadiendo que muchas familias comparten tiendas y otras han optado por refugiarse en mezquitas o escuelas junto con otras comunidades.
"Estamos haciendo un enorme esfuerzo para proporcionar un apoyo médico extra a la población a través de clínicas móviles que se desplazan por los pueblos y campos de desplazados al sur de Alepo", ha asegurado MSF. También se plantea distribuir materiales no alimentarios como tiendas de campaña.
"Vamos a distribuir mantas y otros artículos para que la gente pueda afrontar con garantías el próximo invierno, pero el apoyo que nosotros podemos ofrecerles es sólo una gota de agua en un océano inmenso de necesidades", ha explicado Groulx. "Lo que las familias de desplazados necesitan de verdad es dejar de vivir con el temor constante a las bombas, preguntándose a todas horas cuándo caerá la siguiente", ha concluido.
MSF cuenta actualmente con 6 centros médicos dentro de Siria y presta apoyo a otros 150. MSF también atiende a los refugiados sirios en Jordania, Líbano, Turquía e Irak, así como en diversos puntos a lo largo de la ruta hasta el centro de Europa.