BERLÍN, 13 Mar. (DPA/EP) -
El líder parlamentario adjunto de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el partido de la canciller alemana, Angela Merkel, ha reconocido que la formación se ha encontrado con una "crisis de credibilidad" ante un escándalo de comisiones por la entrega de mascarillas contra el coronavirus a Azerbaiyán, que ha afectado a varios diputados.
"En los últimos 20 años, esta es sin duda una de las crisis más graves en las que nos hemos visto envueltos como Unión. Difícil sobre todo porque se trata de una crisis de credibilidad", ha explicado Thorsten Frei al canal de Internet Bild Live.
Frei sostuvo que la CDU ha sufrido un "enorme daño" en la antesala de las elecciones regionales de este domingo en Baden-Wurtemberg y Renania-Palatinado, así como antes de las elecciones municipales en Hesse.
Tres legisladores abandonaron el grupo parlamentario de la CDU/CSU bajo presión pública tras conocerse que ellos o sus empresas habían recibido comisiones por intermediar en las máscaras de protección de coronavirus, o después de que surgieran sospechas de influencia pagada a favor del autoritario Gobierno de Azerbaiyán.
Los tres implicados rechazaron las acusaciones. Sin embargo, la jefatura del grupo parlamentario pidió a los diputados que declararan antes del viernes por la tarde que no habían recibido ningún beneficio económico en relación con la lucha contra la pandemia de coronavirus, ni directamente ni a través de empresas.
Los 240 diputados de la CDU y la CSU en el Parlamento germano firmaron la declaración de honor correspondiente.
La vicepresidenta del grupo parlamentario de la CDU/CSU, Gitta Connemann, expresó su alivio, al igual que el jefe de la bancada de la CSU, Alexander Dobrindt, quien amenazó con expulsar a los diputados que respondiesen incorrectamente.
"Las declaraciones son claras. Y todo el mundo sabe lo que significa no declarar la verdad aquí: esos colegas ya no tendrían un lugar en nuestro grupo parlamentario", ha declarado a la televisora ZDF.
Sin embargo, en las filas conservadoras también se alzaron voces que habrían deseado una investigación más exhaustiva ante la sospecha de prácticas de lobby de dudosa reputación a favor de Azerbaiyán.
"Me habría gustado que la consulta hubiera sido más amplia, no solo sobre los equipos médicos y las mascarillas, sino que se controlase todo", expresó el diputado democristiano Roderich Kiesewetter.
En opinión de Frei, la crisis no puede resolverse en pocos días. "Por eso, creo que es tan crucial que nos pongamos inequívocamente al frente de los que quieren evitar que estas cosas ocurran en el futuro", continuó.
Sin embargo, para el primer ministro del Sarre, el democristiano Tobias Hans, se trata de casos aislados. "No es un problema estructural en la CDU o la CSU. Muchos de mis colegas están furiosos", ha indicado al diario 'Neue Osnabrücker Zeitung'. En este sentido, Hans recordó que los conservadores han iniciado negociaciones con sus socios de gobierno socialdemócratas para aumentar la transparencia sobre los ingresos adicionales de los diputados.