MADRID 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
La escasez de alimentos para su distribución en África afecta a unos 2 millones de refugiados en todo el continente, según ha alertado el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, que ha alertado de que la ayuda alimentaria podría disminuir durante los próximos meses debido a la ausencia de nuevos fondos.
Las donaciones realizadas durante los últimos años han resultado insuficientes en comparación con el creciente número de refugiados, que ronda ya los 5 millones, frente a los 2,6 millones que había en 2011.
La directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Ertharin Cousin, ha señalado que ante la falta de fondos, las organizaciones se han visto obligadas a reducir la ayuda alimentaria.
Ambas agencias de la ONU han alertado de que esta escasez tendrá graves consecuencias sobre la protección y la salud de la población más vulnerable y han hecho un llamamiento a la comunidad internacional a intervenir lo antes posible.
"No podemos imaginar cuán difícil es la vida para los miles de refugiados que no tienen comida y a menudo no tienen trabajo. Los refugiados suelen adaptarse a cualquier circunstancia, pero la escasez de alimentos está teniendo un impacto devastador en la salud de miles de familias", ha aseverado Grandi.
"El derecho a la comida es un derecho fundamental. Estamos trabajando con el PMA para asegurarnos de que ningún refugiado se va a dormir con hambre, pero necesitamos actuar con rapidez", ha manifestado.
"Millones de refugiados dependen del PMA para comer y requieren de nuestro trabajo para prevenir la malnutrición y seguir viviendo. Sin embargo, en África se encuentran en peligro de verse inmersos en otras crisis humanitarias de mayor envergadura", ha indicado Cousin.
"Los donantes han sido muy generosos al enfrentarse a las necesidades a nivel global, pero ningún refugiado merece ser abandonado u olvidado", ha añadido.
Las agencias de la ONU han mostrado su preocupación por la inseguridad alimentaria y la malnutrición en la región del Cuerno de África, donde existe una crisis humanitaria sin precedentes.
ACNUR, que ha denunciado que la menos el 75 por ciento de los niños que se han desplazado a Etiopía desde Somalia sufren malnutrición, ha señalado que en algunas zonas de Etiopía, Chad, Sudán y Yibuti un 40 por ciento de los refugiados padecen anemia.