KINSHASA, 5 Jul. (Reuters/EP) -
La escasez de jeringuillas en República Democrática del Congo (RDC) está obstaculizando los planes de las autoridades para proporcionar más de un millón de vacunas contra la fiebre amarilla que fueron enviadas al país para hacer frente a una epidemia, según han informado las autoridades sanitarias este martes.
El mes pasado, el Gobierno declaró una epidemia en la capital, Kinshasa, y en dos provincias cercanas a la frontera con Angola, país en el que desde diciembre han muerto 350 personas a causa de la fiebre amarilla.
En República Democrática del Congo se estima que 82 personas han muerto a causa del virus y que hay alrededor de 1.400 que han contraído la enfermedad, según ha informado la Organización Mundial de la Salud (OMS), que además se ha mostrado especialmente preocupada por Kinshasa, una ciudad en la que viven 12 millones de personas, que carece de servicios sanitarios y tiene un clima propenso a la aparición de mosquitos.
La OMS ha estado intentando ultimar los preparativos para lanzar una campaña de vacunación el próximo 20 de julio pero un portavoz de la ONU en RDC, Eugene Kabambi, ha asegurado que el país solo dispone de alrededor de cuatro millones de jeringuillas y que se necesitan al menos diez millones. Ya han llegado 1,08 millones de vacunas a República Democrática del Congo pero se desconoce cuándo llegarán las jeringuillas.
La escasez de medios para repartir las vacunas que ya han llegado ha hecho que la OMS decida proceder a repartir las vacunas por zonas, empezando por la localidad de Kisenso, en Kinshasa, algo que la ONU ha desaconsejado ya que al ser una ciudad tan densamente poblada, la acción conllevaría problemas de orden y seguridad pública.
"Si solo se reparten vacunas en Kisenso, habrá multitudes que llegarán a la localidad para obtener la vacuna y sería algo imposible de manejar", ha declarado Kabambi. "Lo mejor es esperar a que obtengamos jeringuillas para todos", ha añadido.
ESCASEZ GLOBAL DE VACUNAS
Las reservas globales de vacunas contra la fiebre amarilla albergan actualmente alrededor de 6 millones de dosis tras haber sido agotadas en dos ocasiones este año para asistir a la población de Angola, Uganda y RDC. Se tarda un año en hacer una vacuna.
Las autoridades sanitarias están planeando administrar una quinta parte de la dosis estándar por persona debido a la escasez de vacunas. Esta medida lograría una protección temporal pero no supondría una inmunidad de por vida, lo cual es el objetivo perseguido.
Más de un millón de personas recibieron vacunas en Kinshasa en una campaña similar que se llevó a cabo del 26 de mayo al 4 de junio. Aun así, los esfuerzos no sirvieron de mucho ya que gente de otros distritos acudía a las zonas de vacunación, impidiendo que los residentes de las zonas más afectadas recibieran la inyección.
Kabambi ha afirmado que puede que otras localidades a lo largo de la frontera con Angola reciban vacunas, dependiendo de cuántas dosis se disponga, con el objetivo de formar un "parachoques inmunológico".