Actualizado: sábado, 10 junio 2017 12:42


MADRID, 10 Jun. (EUOROPA PRESS) -

El Gobierno español ha expresado "su más firme repulsa" ante el ataque perpetrado este jueves contra la base de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) en Kidal, en el noreste de Malí, en el que murieron tres 'cascos azules'. También ha condenado un ataque contra una patrulla de la MINUSMA también cerca de Malí.

"España expresa su más firme repulsa ante los ataques terroristas", ha apuntado en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Comunicación. "A consecuencia de estos ataques, tres miembros de la Misión de nacionalidad guineana han resultado muertos y otros ocho han resultado heridos", ha destacado.

El Gobierno traslada sus "hondas condolencias a los familiares y compañeros de los cascos azules fallecidos y a Naciones Unidas y a las autoridades de la República de Guinea y de Malí y desea a los heridos una recuperación rápida y total".

Además, expresa su deseo de que los autores de estos crímenes comparezcan ante la justicia en cuanto sea posible y reafirma su solidaridad con las autoridades de Mali en su lucha contra el terrorismo y su apoyo al proceso de proceso de paz y de reconciliación entre los malienses y a la MINUSMA, "a cuyos sacrificios rinde homenaje".

La MINUSMA informó el viernes en un comunicado de que al menos una decena de obuses de diverso calibre se lanzaron durante el ataque a la base de Kidal y ha subrayado que cinco miembros del personal resultaron levemente heridos y que algunos proyectiles cayeron en los barrios colindantes a la base. Más tarde el ataque continuó fuera del campo, donde tres cascos azules murieron y otros tres trabajadores de la MINUSMA resultaron heridos.

La MINUSMA sufre frecuentemente ataques desde la reagrupación terrorista surgida de la operación militar francesa en 2013, que los recondujo fuera de las ciudades del noreste de Malí. Diversos grupos armados han ejecutado en los últimos meses varios ataques en Malí, siendo uno de los más graves un atentado suicida ejecutado en enero por Al Murabitún contra una base militar de Gao, en el que murieron al menos 77 soldados y miembros de milicias firmantes del acuerdo de paz de 2015.

La organización recuerda en el comunicado que atacar al personal de Naciones Unidas constituye un crimen de guerra y ha advertido de que todos los involucrados responderán por sus acciones. Por otra parte, la organización ha reafirmado su propósito de proteger a la población y de continuar con el apoyo al proceso de paz en curso.

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