Actualizado: domingo, 21 mayo 2017 20:15


MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno español ha pedido una "investigación inmediata" sobre el ataque de una milicia libia sobre la base aérea de Brak al Shati del pasado 19 de mayo en el que murieron al menos 141 personas, incluidos civiles que al parecer fueron ejecutados sumariamente.

"El Gobierno de España urge a una inmediata investigación de los hechos, especialmente de las informaciones que apuntarían a posibles ejecuciones sumarias, con el fin de que los responsables de este acto respondan ante la Justicia", apunta el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación en un comunicado.

En concreto, España expresa su "profunda preocupación" por este ataque y "lamenta el elevado número de muertes causadas por el ataque, en particular, de víctimas civiles".

"El Gobierno de España está firmemente convencido de que la violencia no traerá al pueblo libio la paz y la estabilidad que necesita y reitera a todas las partes que sólo el diálogo y una solución pacífica y negociada podrá poner fin a la crisis que vive el país", concluye el texto.

La base de Brak el Shati fue tomada el 19 de mayo por la Brigada 201 --anteriormente Tercera Fuerza--, integrada en las Brigadas de Defensa de Benghazi, una coalición de grupos armados islamistas y yihadistas, con el apoyo de las milicias de Misrata (13ª Brigada) y al parecer por unidades del Ministerio de Defensa.

La base se encontraba hasta entonces bajo control de las tropas de la conocida como 'Operación Dignidad', encabezada por el mariscal de campo Jalifa Haftar, jefe del Ejército leal al gobierno asentado en el este del país.

La organización pro Derechos Humanos Human Rights Watch ha denunciado que la 13ª Brigada --formalmente bajo la autoridad del Gobierno de unidad-- y las Brigadas de Defensa de Benghazi ejecutaron sumariamente tanto a militares como a civiles. Hasta 75 cadáveres con señales de ejecución, incluidos dos menores de 15 años, fueron recibidos en un hospital, según la investigación de HRW.

Los milicianos atacaron al grito de "¡Apóstatas!" y "¡Enemigos de Alá!" y ejecutaron a los soldados capturados, según el testimonio de un superviviente recogido por HRW.

PAÍS DIVIDIDO

El Gobierno de unidad surgido tras un acuerdo mediado por Naciones Unidas se instaló recientemente a la capital, Trípoli, para intentar unificar el país políticamente, aunque por el momento la situación sigue altamente fragmentada.

Haftar y el gobierno asentado en el este del país se han negado a reconocer la autoridad del gobierno de unidad, y el mariscal de campo ha tildado de "terroristas" a las tropas leales al mismo.

Sin embargo, la situación sufrió un cambio a principios de mes después de un encuentro entre Haftar y el primer ministro del gobierno de unidad, Fayez Serraj, en la que acordaron celebrar elecciones antes de marzo de 2018. El pacto no ha sido aún ratificado.

Por contra, Jalifa Gwell, líder del autoproclamado Gobierno de Salvación de Libia, instaurado tras su intento de golpe de Estado de octubre, rechazó el acuerdo y pidió un proceso interno para resolver la fragmentación que sufre el país, con tres gobiernos.

El intento de golpe estuvo encabezado por Gwell --quien ya fuera primer ministro de otro gobierno autoproclamado con sede en Trípoli--, quien ganó apoyos en las semanas posteriores gracias a los crecientes respaldos anunciados por diversas milicias que operan en el oeste del país y en la propia capital.

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