MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
La premio Nobel de la Paz y candidata a la presidencia de Guatemala recibió esta noche de manos de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, un premio por su importancia en la investigación del genocidio de Guatemala otorgado por la asociación feminista 'El Club de las 25', que celebró así la decimosegunda edición de sus premios anuales.
Rigoberta Menchú agradeció el reconocimiento "en nombre de todas las mujeres que luchan por su dignidad" y animó a todos los presentes a "luchar por todas aquellas personas que merecen ser escuchadas". Por su parte, María Teresa Fernández de la Vega destacó el "compromiso por los derechos humanos" de la galardonada, así como su lucha "por la humanidad y contra la infamia". Rigoberta Menchú "ha demostrado que el silencio ante la injusticia es la peor medida".
La activista guatemalteca compartió el premio con el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, quien aseguró que "los jueces no deberían recibir premios, deberían ser anónimos y hablar tan sólo a través de sus sentencias", no obstante se mostró orgulloso del premio que recibió de manos de la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, porque, según dijo, "supone un recordatorio y una condena de lo que allí sucedió".
También fue premiada a título póstumo la periodista rusa asesinada Anna Politovskaya, quien estuvo representada por uno de sus compañeros Vyahceslav Izmailov. Ambos trabajaron ocho años juntos en el periódico 'Novaya Gazeta' hasta la muerte de la periodista.
Izmailov lamentó que no fuese su compañera la que recibiese ese premio y recordó cómo ella, con su trabajo, "ejercía no sólo como periodista sino también como juez y policía". Asimismo, aseguró que sus compañeros ya saben quienes fueron los autores del crimen contra la periodista rusa.
Otra periodista, en este caso la española Rosa María Calaf, fue galardonada por su trayectoria profesional. Llegada desde Hon Kong donde trabaja como corresponsal para TVE agradeció a la cadena pública por permitir desarrollar su pasión, "hasta que se alió con la SEPI y firmó el Expediente de Regulación de Empleo" que pondrá fin a su carrera en la cadena pública al ser mayor de 50 años, explicó.
Por su parte, Isidoro Macias, un sacerdote franciscano que regenta una casa de acogida en Algeciras recibió el premio por su labor de ayuda a los inmigrantes. El conocido como 'Padre Patera', compartió este reconocimiento con el corresponsal de 'El País' en Canarias, Juan Manuel Pardellas y con el colectivo de voluntarios de la Cruz Roja de Canarias.
ELOGIOS DEL GOBIERNO
Para todos ellos tuvo palabras de elogio la vicepresidenta del Gobierno quien valoró su lucha por "unos principios que merecen ser defendidos como esperanza para un mundo mejor". Asimismo afirmó sumarse "de todo corazón" al premio otorgado a Anna Politovskaya quien "pagó un alto precio por no plegarse a la injusticia".
"Con la dignidad y con la verdad, ni se negocia ni se regatea", añadió. En ese sentido, explicó que "el único conflicto legítimo es el de la palabra como instrumento de lucha contra la violencia". "La Justicia siempre prevalece pero la violencia solo causa dolor y no tiene esperanza ni futuro", sentenció.
El acto tuvo lugar el hotel Palace de Madrid y contó con la presencia de distintos representantes del mundo del arte, el periodismo y la política como la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín; el secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE, Pedro Zerolo; la escritora Lucía Etxebarria; la periodista Isabel Gemio o el productor Enrique Cornejo entre otros.