TEGUCIGALPA, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
Xiomara Castro de Zelaya, esposa del derrocado mandatario hondureño Manuel Zelaya, emprendió este martes rumbo hacia la frontera con Nicaragua después de que la Corte Suprema de Justicia emitiera una orden para que los militares no le impidan el paso y pueda reencontrarse con su marido.
La esposa de Zelaya encabeza una caravana que partió desde Tegucigalpa el pasado viernes --cuando el mandatario derrocado entró brevemente a Honduras-- pero que no ha podido avanzar debido a los controles militares.
"Cinco días estuvimos retenidas ahí por la dureza de las armas del Ejército, impidiendo que pudiéramos llegar hasta el vecino (país) y estar con el presidente", denunció en declaraciones a la cadena Telesur.
Desde el viernes, Zelaya se encuentra en la localidad nicaragüense de Ocotal, cerca del puesto fronterizo de Las Manos, rodeado varios albergues improvisados por sus seguidores que exigen su retorno a la Presidencia. Allí ha hecho un llamamiento a los hondureños a la "resistencia".
Mientras, cientos de personas en Honduras han intentado llegar a Las Manos para encontrarse con Zelaya, pero han sido retenidos por las fuerzas de seguridad. "Impidieron también que pudiera pasar el pueblo, han pasado muchas cosas, hay jóvenes que han perdido a vida", aseguró.
Según explicó, "un juez ejecutor dio la orden para que pudiéramos atravesar el borde fronterizo" sin ser obstaculizados por los militares. "La fuerza militar se ha doblegado, han salido para sus batallones a recluirse, porque hoy no solamente el pueblo los ha juzgado, sino que el mundo entero", indicó la esposa de Zelaya.
"La meta es que todos los hondureños que quieran llegar a la frontera que este martes puedan reconocer y saludar a su presidente", dijo mientras caminaba hacia los límites entre Honduras y Nicaragua.
Los controles militares se han apostado en el departamento de El Paraíso y otras zonas cercanas a la frontera con Nicaragua, donde el Gobierno interino de Roberto Micheletti ha instaurado un toque de queda más restringido que en el resto del país.