Pide un plan Marhall a Europa para ayudar al país a hacer frente a los "considerables" desafíos socioeconómicos y de seguridad
BRUSELAS, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente tunecino, Beji Caid Essebsi, ha defendido "la excepción tunecina" por su avance en la transición democrática en toda la región, siendo el primer donde nació la Primavera Árabe, y ha defendido la compatibilidad del Islam moderado que impera en el país con la democracia.
"Túnez está determinada en probar al mundo entero y a los que tienen fobia al Islam que el Islam no es incompatible con la democracia", ha defendido el mandatario, entre una gran ovación, durante su audiencia solemne ante el pleno del Parlamento Europeo.
El mandatario tunecino, que acaba de cumplir sus 90 años, ha defendido que Túnez "se ha opuesto a toda doctrina rígida o extremista", se ha apoyado en una lectura "moderada" del Islam y se ha dotado de una nueva Constitución "moderna" que recoge "los mismos principios que la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea".
"Ahora tenemos una Constitución moderna, una Constitución para un Estado civil, sin referencias religiosas o dogmáticas. Pero tenemos un pueblo de mayoría musulmana y pensamos que el Islam bien conocido, bien practicado, no es incompatible con la democracia. Es un elemento portador para mantener a nuestro país en esta vía", ha defendido.
"La revolución del 14 de enero (de 2011) ha abierto un nuevo capítulo en la historia de Túnez", ha defendido ante la Eurocámara, donde ha recordado que el pueblo se movilizó de forma "pacífica, espontánea, sin ninguna referencia ideológica o dogmática contra el orden establecido y el despotimo", sobre todo los jóvenes que alzaron su voz por "la dignidad y la libertad".
"No habría sido posible sin los sacrificios de los mártires que han pagado con su vida", ha recordado, evocando los avances para consolidar la transición democrática desde entonces con la celebración de elecciones "libres y transparentes" a la Asamblea Constituyente en 2011 y las elecciones legislativas en 2014, la elección de un presidente por "sufragio universal" y la puesta en marcha de un Gobierno de unidad nacional y un parlamento plural.
El mandatario también ha querido recordar el pasado abierto de Túnez, "el primer país árabe en abolir la esclavitud en 1846", el primero en promulgar una Constitución que "garantizaba la libertad a los seres humanos", en dar "un estatuto único a las mujeres", que hoy gozan de una situación que es "una excepción en el mundo árabe y musulmán" y, también, ha puesto en valor que "Túnez es una tierra ancestral de tolerancia, hospitalidad y diversidad cultural y religiosa".
"El camino no ha sido fácil", ha admitido, recordando la "grave crisis política" que vivió el país a principios de 2013 y que pudo haber provocado "un cisma profundo en la sociedad y hacer derrapar" el proceso de consolidación democrática.
PIDE PLAN MARSHALL Y PERDONAR LA DEUDA
A pesar de los avances, Túnez necesita "más que nunca" de apoyo, especialmente de la Unión Europea, porque la transición sigue siendo "frágil" y se enfrenta a desafíos "considerables" socioeconómicos y de seguridad, insistiendo en que el "éxito" de Túnez también está en el interés de Europa a la luz de su proximidad geográfica y una Túnez "democrática, fuerte y próspera contribuirá a estabilizar la vecindad sur".
Así, aunque ha agradecido el apoyo "importante" de la Unión Europea para garantizar "el éxito" de la primera fase de la transición y la intención de la UE de "reforzar su apoyo" en los próximos años al país, el mandatario ha avisado de que "los instrumentos tradicionales de cooperación son insuficientes para acompañar la transformación extraordinaria" en Túnez y "tiene derecho a un tratamiento diferenciado" de la UE, con la que tiene "un partenariado privilegiado".
Por ello, ha confiado en que la reclamación de la Eurocámara de "un plan Marshall y la conversión de la deuda en proyectos de inversión" en Túnez encuentren "un eco favorable" en los Gobiernos europeos, para que movilicen "un apoyo consecuente, a la altura de los desafíos", algo "esencial para acompañar" a Túnez en "esta etapa crucial de su historia". Construimos nuestra democracia en un contexto regional atormentado", ha recordado, evocando "las dudas e incertidumbre" y "violencia" en la región.
TERRORISMO E INMIGRACIÓN
El mandatario tunecino ha pedido el "pleno apoyo" a los esfuerzos del país para luchar contra el terrorismo tras recordar la amenaza que representa Libia por "el tráfico de armas y la tentativa de infiltración de elementos terroristas" tras recordar que el modelo tunecino "es la antípoda de su visión oscurantista" y ha recordado que la lucha contra el terrorismo emprendida por Túnez también revierte en "la seguridad de Europa".
Essebsi también ha reclamado "la intensificación del diálogo y la cooperación reforzada" para responder al problema de la inmigración y ha apelado a "promover los valores del diálogo y la tolerancia" en el espacio mediterráneo que comparten. "Y no una frontera", ha remachado, subrayando la importancia de priorizar la cooperación a favor de los jóvenes.
El presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, ha defendido que el modelo de Túnez, un país "moderno, de pluralismo y tolerancia" sigue siendo "una excepción" en la región. "Túnez no estä sola", ha defendido.
El eurodiputado socialdemócrata alemán también ha apelado a la responsabilidad "histórica" de responder a "las aspiraciones legítimas" de los jóvenes, que comparten "las mismas aspiraciones" a ambos lados. "Esto es la mejor inversión" para impedir que caigan en el extremismo, ha defendido.
En rueda de prensa posterior, el mandatario tunecino ha dicho que las fuerzas armadas tunecinas son "plenamente capaces" de defender al país de la amenaza terrorista aunque ha avisado de que no basta combatirla "sólo" con las armas, también hay que responder a "esta tendencia negativa" con "política y cultura".
Por su parte, Schulz ha pedido o caer en la estrategia de "intimidar a la gente, de meterles miedo" de los terroristas y ha animado a los turistas y empresas europeas a ir a Túnez. "La respuesta debe ser no aceptar el miedo" ni "esta estrategia de intimidación", ha resumido, insistiendo en que no hay "menos riesgo" en Túnez que "en una capital de un Estado miembro", recordando el atentado terrorista en el metro de Bruselas,a escasos "500 metros" de la Eurocamara.