MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro del estado australiano de Victoria, Daniel Andrews, ha anunciado este lunes nuevas restricciones ante el aumento de los contagios de coronavirus, por las cuales todos los que puedan deberán trabajar desde casa y la mayoría de los comercios tendrán que cerrar.
Andrews anunció el domingo la declaración del estado de desastre para todo Victoria y un toque de queda nocturno para Melbourne, en el marco de un plan de confinamiento que preveía el cierre de bares, restaurantes y gimnasios desde el jueves y al menos hasta el 13 de septiembre.
Sin embargo, este lunes ha comparecido para anunciar nuevas medidas. "Ayer, les pedimos a los ciudadanos de Victoria que hicieran grandes sacrificios (...). Hoy, tristemente, tenemos que pedirles lo mismo a trabajadores y empresas", ha dicho.
Así, ha anunciado la puesta en marcha de la fase cuatro, por la cual "se requiere que todos los ciudadanos de Victoria trabajen desde casa, excepto cuando no sea posible". "Sinceramente, nunca pensé que me vería en una posición en la que tuviera que pedirle a la gente que no vaya a trabajar, pero si queremos contener esto (...) tenemos que dar pasos sin precedentes en la limitación del movimiento de las personas", ha argumentado.
Además, ha indicado que solo los servicios esenciales, como tiendas de comida, farmacias, gasolineras, bancos y oficinas de correos, así como los trabajadores situados en "primera línea", entre los que ha incluido a los medios de comunicación, además de sanitarios y fuerzas de seguridad, podrán continuar operativos pero los demás tendrán que cerrar desde la medianoche del miércoles.
Andrews ha informado asimismo de que los negocios que sigan abiertos tendrán que presentar planes de seguridad frente a la COVID-19. Por ejemplo, en Melbourne ha señalado que los almacenes y centros de distribución solo podrán acoger a dos tercios de sus trabajadores en el mismo espacio físico.
"Soy consciente de que esto tendrá graves consecuencias en un gran número de negocios, trabajadores y familias, por lo que haremos todo lo que podamos para aligerar esta carga", ha prometido.
El jefe de Gobierno de Victoria ha reconocido que "será un proceso imperfecto", pero ha advertido de que, "si no hacemos esto ahora, si no funciona, tendremos que ir a un confinamiento aún mayor".
Melbourne, la capital de Victoria y la segunda ciudad más poblada de Australia, sufre una segunda ola de coronavirus desde junio. En las últimas 24 horas, el estado australiano ha registrado 429 nuevos casos y otros 13 decesos. A nivel nacional, ya son 18.318 las personas contagiadas y 221 las fallecidas.