BAGDAD, 21 Jul. (Reuters/EP) -
El ministro de defensa de Irak, Jalid al Obeidi, ha asegurado este jueves que menos del diez por ciento del territorio del país sigue en manos del Estado Islámico pero también ha reconocido que los avances del Ejército no se traducen en una mejora de una seguridad interior en Irak.
Actualmente, el Gobierno de Irak está preparando una campaña para retomar Mosul, la capital de facto del Estado Islámico en Irak, tras haber capturado Faluya el mes pasado. A pesar de los avances del Ejército, un atentado perpetrado por el Estado Islámico dejó 300 muertos en Bagdad, y los atentados sucesivos se han cobrado otras 51 vidas.
"Los avances del Ejército tienen que estar respaldados por progresos en la seguridad", ha asegurado Al Obeidi en un tuit publicado desde Washington antes de reunirse con los ministros de defensa de la coalición liderada por Estados Unidos para combatir a los milicianos.
El Estado Islámico llegó a controlar entre el 30 y 40 por ciento del territorio iraquí en su punto álgido, pero las grandes perdidas que ha sufrido no han hecho que el grupo terrorista deje de infligir daño con atentados en las principales ciudades del país.
Al Obeidi ha asegurado que la batalla para recuperar Mosul necesitaría ayuda de bombardeos, Inteligencia, logística e ingeniería. Además ha asegurado que espera que los civiles escapen de la ciudad de igual manera que lo han hecho en las otras batallas recientes. La ONU ha alertado de que los desplazamientos de Mosul supondrían la operación de ayuda humanitaria de este año.
El ministro ha reconocido que harían falta unos acuerdos políticos sobre la ofensiva y la forma en la que la situación se manejará una vez el Estado Islámico haya sido derrotado pero se ha mostrado convencido de que no se llegará a ello antes de que la batalla comience.
Aunque las autoridades no han hecho públicas las fechas en las que se desarrollará la ofensiva, varios diplomáticos han asegurado que el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, pretende atacar Mosul en octubre.
Por su parte, varias autoridades occidentales han asegurado que retomar la ciudad sin haber planeado el postconflicto amenaza con convertirse en un error similar al que cometió la Administración de George W. Bush en 2003 cuando derrocó a un Gobierno sin haber planeado uno nuevo.
Irak es un país en el que conviven diferentes etnias y creencias religiosas y las tensiones en la zona han provocado un despunte de la violencia sectaria. Al Obeidi ha declarado que la participación en los combates de las Fuerzas de Movilización Popular tiene que ser estudiada por el Ejército ya que se ha acusado al grupo de vulnerar los Derechos Humanos contra los civiles de ciudades liberadas como Faluya.