MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
El grupo terrorista Estado Islámico ha negado que haya sufrido bajas por el ataque perpetrado el miércoles en el este de Afganistán por las fuerzas de Estados Unidos, que lanzaron la GBU-43, bautizada como 'la madre de todas las bombas' por su capacidad destructora.
La agencia de noticias Amaq, afín a la organización terrorista, ha desmentido que miembros del grupo hayan muerto como consecuencia de esta bomba, a pesar de que el Ejército afgano ha cifrado en 39 el número provisional de milicianos fallecidos, según el portal de seguimiento de información yihadista SITE.
Estados Unidos lanzó el miércoles en la región de Nangarhar, en el este de Afganistán, la mayor bomba jamás utilizada en combate. Las autoridades norteamericanas identificaron como objetivo una red de túneles y cuevas utilizada por Estado Islámico.
Tanto las autoridades afganas como las norteamericanas han asegurado que no se han producido víctimas civiles por este ataque y están todavía evaluando el impacto exacto que ha tenido para Estado Islámico. El grupo suele minimizar los efectos de este tipo de operaciones militares y, en contraste, inflar el número de bajas derivadas de sus acciones.