MOSUL, 20 Mar. (Reuters/EP) -
Los milicianos del grupo terrorista Estado Islámico están obligando a los jóvenes iraquíes que se encuentran en las zonas controladas por los yihadistas del oeste de la localidad de Mosul a luchar junto a ellos para defender sus posiciones ante el avance de las fuerzas gubernamentales, según han informado este lunes varios residentes que han huido recientemente de la ciudad.
El reclutamiento forzoso es una señal de la creciente desesperación de los milicianos ante la pérdida de control en Mosul. La Policía Federal y las unidades de Respuesta Rápida han alcanzado la mezquita al Nuri, en la Ciudad Vieja de Mosul, donde el líder de Estado Islámico, Abú Bakr al Bagdadi, proclamó en julio de 2014 el 'califato'.
La población de las zonas controladas por los milicianos ha aprovechado las malas condiciones meteorológicas para abandonar el área y trasladarse a lugares más seguros. Los milicianos, que han utilizado a los residentes como escudos humanos, se han escondido en las viviendas y están obligando a los hombres jóvenes a luchar, según han señalado varios refugiados.
Un exfuncionario del Gobierno identificado como Alí ha indicado que escondió a sus hijos en el sótano de su casa cuando los milicianos aparecieron en busca de jóvenes. "Parece que el asedio está acabando. Ahora lo único que hacen es defenderse. Escondí a mis hijos y les dije que si querían llevárselos primero tendrían que matarme", ha aseverado.
Yassin, un carnicero que también ha logrado escapar del oeste de la ciudad, ha afirmado que Estado Islámico tiene ahora en su poder mucho menos territorio. "Acudían a mi carnicería en busca de gente, así que nadie venía. Todos dejaron de ir a la mezquita porque a veces llegaban y reclutaban a los que estaban allí", ha asegurado.
Algunos residentes han denunciado que muchos milicianos iraquíes, sirios y de otras nacionalidades trataron de impedir que abandonaran la ciudad. "Un miliciano francés me golpeó y me amenazó con forzarme a permanecer allí", ha indicado una mujer.
El general Alí al Kinani, de la Inteligencia de la Policía Federal, ha señalado que los milicianos han intentado cubrir el gran número de bajas. Algunos han utilizado la ropa de los civiles para huir. "Hemos detenido a decenas de personas que decían que Estado Islámico les había obligado a portar armas", ha manifestado Kinani.
"Muchas de las familias que han abandonado la zona han insistido en que hay que ayudar a sus hijos. Algunos jóvenes permanecen escondidos en sus casas a la espera de que las fuerzas iraquíes acudan en su ayuda", ha explicado.
BAJO PRESIÓN
Aunque los últimos avances del Ejército iraquí en Mosul muestran un paulatino debilitamiento por parte de Estado Islámico, la ofensiva, que fue puesta en marcha en octubre con el respaldo de Estados Unidos, todavía podría durar un par de semanas más.
El avance en el oeste de la ciudad se ha visto dificultado debido a que cuenta con un mayor número de residentes y calles estrechas. Al Bagdadi ha abandonado Mosul, pero los milicianos que continúan allí están utilizando francotiradores y fuego de mortero para defender las últimas posiciones. Según datos del Ejército de Estados Unidos, al menos 2.000 milicianos se encuentran aún en la ciudad.
El domingo, seis milicianos murieron tras un ataque aéreo llevado a cabo por la coalición liderada por Estados Unidos en la zona. El Ministerio de Inmigración de Irak ha anunciado que el número de desplazados en ambas partes de Mosul ha alcanzado las 355.000 personas.
Cerca de 181.000 han huido del oeste de la localidad desde que comenzaron las operaciones para recuperar Mosul, según el ministro Jassim Mohamed. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha señalado que la agencia está poniendo a disposición de los desplazados nuevos campos ante el creciente éxodo.