MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
El grupo yihadista Estado Islámico ha asegurado este viernes estar detrás de la muerte de ocho soldados de República Democrática del Congo (RDC) en un ataque ejecutado en Kivu Norte, en el este del país.
El grupo ha recalcado en un comunicado que el ataque fue perpetrado por la rama Provincia de África Central en la localidad de Oicha, según ha recogido SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas.
Estado Islámico reclamó el 18 de abril la autoría del que sería su primer ataque en RDC y anunció la creación de la citada rama. Desde entonces ha afirmado estar detrás de otros cinco ataques en el país africano.
El comunicado de Estado Islámico reclamando su primer atentado en el país fue publicado días después de que los medios locales informaran de varios ataques por parte de milicianos islamistas en la zona de Kamango, si bien fueron achacados a las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF).
La milicia de las ADF actúa en RDC desde la década de los noventa y, a pesar de las reiteradas ofensivas lanzadas contra ella, sigue generando violencia en la zona. Está considerado uno de los grupos armados más peligrosos de las varias decenas que operan en el país africano.
Por otra parte, el Ejército de RDC ha recuperado en las últimas horas cuatro aldeas situadas en la provincia de Ituri (noreste), igualmente afectada en los últimos meses por un deterioro de la situación de seguridad.
Las localidades tomadas por los militares son Asada, Dadaru, Ndendei y Saio, todas ellas ubicadas en el territorio de Djugu, tal y como ha informado la emisora local Radio Okapi. Los combates se han saldado con la muerte de un militar y ocho atacantes.
El portavoz del Ejército en Ituri, Jules Ngongo, ha dicho que los hombres armados llegaron a dichas aldeas tras ser expulsados de su bastión en el bosque de Wago, situado en los alrededores.
El presidente de RDC, Félix Tshisekedi, reclamó la semana pasada a una milicia que opera en Ituri que entregue las armas "sin condiciones", en medio del recrudecimiento de la violencia en la zona, después de la toma de su bastión en Wago.
Tshisekedi pidió a las Fuerzas de Resistencia Patriótica de Ituri (FRPI) que "entren al camino de la paz" y subrayó que "no hay ya motivos para organizarse como milicia de autodefensa".
ENFRENTAMIENTOS INTERCOMUNITARIOS
La milicia es sospechosa de estar implicada en los recientes enfrentamientos en Ituri entre miembros de las comunidades hema y lendu, que han dejado más de 250 muertos.
Las organizaciones de la sociedad civil en Ituri denunciaron el 18 de junio que al menos 240 personas han muerto en la ola de violencia que se viene registrando en la zona de Djugu, después de que las autoridades informaran del hallazgo de más de 160 cadáveres.
Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), más de 300.000 personas se han visto forzadas a abandonar sus hogares por los enfrentamientos interétnicos registrados este mes en Ituri.
El repunte de la violencia en Ituri, escenario de tensiones étnicas desde hace décadas, ha traído a la memoria el conflicto entre los hema y los lendu entre 1999 y 2007 por derechos de pastoreo y representación política, que se saldó con cerca de 50.000 muertos.
Si bien desde entonces hubo una década de tranquilidad, los enfrentamientos entre ambas comunidades resurgieron a finales de 2017 y principios de 2018, con alrededor de 300 muertos antes de la vuelta a la calma.