MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El grupo yihadista Estado Islámico que opera en la región de Sahel ha reivindicado este viernes la emboscada perpetrada contra el Ejército de Burkina Faso entre Deou y Oursi, en la provincia de Oudalan (norte), que se saldó con la muerte de 160 terroristas y de 51 militares.
El grupo terrorista ha informado además de la captura de otros cinco militares, según ha informado en su perfil de Twitter Rita Katz, la directora de SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas.
Las Fuerzas Armadas burkinesas anunciaron primeramente la muerte de ocho militares y 160 terroristas. Posteriormente, el número de soldados muertos aumentó a 51 por la emboscada, según informó el portal de noticias Burkina24.
El Gobierno de Burkina Faso ha anunciado este mismo viernes el inicio de un "reclutamiento excepcional" de 5.000 militares para reforzar los esfuerzos contra el terrorismo después de que el líder de la junta militar de Burkina Faso, Ibrahim Traoré, dijera que mantiene "intacta" la determinación de continuar la lucha antiterrorista "hasta la victoria final" tras el ataque en Ouadalan.
Burkina Faso, gobernado por una junta militar desde el golpe de Estado de enero de 2022 contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, ha experimentado un aumento de la inseguridad desde 2015. La junta está ahora encabezada por Traoré, quien protagonizó en septiembre una asonada que fue considerada un 'golpe palaciego' contra el hasta entonces líder, Paul-Henri Sandaogo Damiba.
Los continuos ataques en el país, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado a 'voluntarios'. El deterioro de la seguridad ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.