Los terroristas iban vestidos de mujer y dos se han inmolado, según ha confirmado el Gobierno iraní
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
La organización terrorista Estado Islámico ha llevado a cabo este miércoles su primer atentado en Irán, que ha tenido como objetivos el Parlamento y el mausoleo del ayatolá Ruholla Musevi Jomeini, el fundador de la República Islámica. Al menos trece personas han muerto y más de 40 han resultado heridas, según el balance hecho público por el viceministro del Interior iraní, Mohamad Hosein Zolfaghari, en declaraciones a la cadena Irib.
Alrededor de las 9.30 hora local, cuatro hombres armados con fusiles de asalto y pistolas y disfrazados de mujeres se han abierto paso hacia el interior del Majlis --la sede legislativa de la República Islámica-- disparando contra los guardias de seguridad apostados en la entrada.
Las autoridades han asegurado inicialmente que la situación estaba controlada. De hecho, el presidente del Majlis, Alí Larijani, ha llegado a decir que era un "incidente menor". La sesión parlamentaria ha continuado y los diputados han difundido 'selfies' en las redes sociales.
Sin embargo, finalmente la Asamblea ha tenido que ser evacuada y la zona ha sido acordonada por efectivos de la Guardia Revolucionaria, la fuerza de élite de Irán. La prensa ha difundido imágenes de gente --también niños-- descolgándose por la fachada de la sede legislativa.
Los medios han informado de que se ha producido una fuerte explosión en el interior del Congreso y, según ha confirmado después el Ministerio de Inteligencia, ha sido uno de los terroristas que, al verse "rodeado" por las fuerzas de seguridad ha decidido inmolarse.
Más de siete horas después, los efectivos iraníes han logrado abatir a los otros tres terroristas que se habían atrincherado en el Parlamento con varios rehenes que, de acuerdo con el Ministerio de Interior, han intentado alcanzar las plantas superiores para prolongar el ataque.
Los milicianos de negro han difundido imágenes desde el interior del Majlis a través de sus canales habituales de propaganda. Han publicado un vídeo de unos segundos en el que uno de los terroristas se jacta de que Irán no se esperada un ataque en su territorio. Es la primera vez que el Estado Islámico transmite en directo un atentado.
El diputado Hossein Ali Haji Deligani ha confirmado a la agencia Fars la autenticidad de las imágenes. "El vídeo publicado por Estado Islámico desde el edificio del Parlamento muestra mi oficina y a dos de nuestros colegas que han muerto en las operaciones", ha indicado.
ATENTADO SUICIDA EN EL MAUSOLEO
Casi de forma simultánea, se ha desatado un segundo tiroteo en otro punto de la capital iraní: el mausoleo de Jomeini. La tumba del ayatolá, el principal impulsor de la Revolución Islámica de 1979 que puso fin al régimen del sha en Irán, recibe la visita diaria de numerosos peregrinos desde distintos lugares del país.
La información sobre el número de personas implicadas en este segundo incidente ha sido confusa, si bien el Ministerio de Interior ha emitido un comunicado en el que ha aclarado que el mausoleo ha sido atacado por dos personas, de las cuales una se ha inmolado y la otra ha sido abatida.
La agencia de noticias Fars ha señalado además que los artificieros han logrado desactivar un artefacto explosivo en los alrededores del mausoleo de Jomeini.
PRIMER ATENTADO EN IRÁN
El Estado Islámico ha reivindicado este doble atentado en Irán a través de un comunicado en Amaq y ha detallado que se han utilizado dos suicidas. El Ministerio de Inteligencia iraní ha precisado que los atacantes son miembros de dos células terroristas y ha revelado que han interceptado una tercera que también planeaba atentar en Teherán.
Se trata del primer atentado perpetrado por Estado Islámico en la nación persa. Hasta ahora, el grupo que dirige Abú Bakr al Baghdadi se había centrado en los países árabes, como Siria e Irak, donde combate directamente a las fuerzas de seguridad, y en los países europeos.
Lo cierto es que el Estado Islámico ha comenzado a difundir por sus canales habituales de propaganda materiales en farsi con la intención de aumentar su influencia sobre los suníes de Irán, que representan entre un cinco y un diez por ciento de una población de 80 millones de personas mayoritariamente chií.
El pasado marzo, la organización terrorista emitió un vídeo en farsi en el que instaba a la minoría suní a alzarse contra el régimen de los ayatolás. Después, publicó cuatro artículos en farsi en su revista 'Rumiyah', que significa 'Roma', en alusión a los profecías sobre la conquista musulmana de Occidente.
"Ya había publicado traducciones en farsi de artículos seleccionados pero esta parece ser la primera vez que lo hace en 'Rumiyah'", ha destacado Charlie Winter, investigador del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización y la Violencia Política (ICSR), citado por Radio Free Europe/Radio Liberty.
Para Winter, se trata de "una progresión lógica de lo que ya está pasando". El Estado Islámico cuenta con varios combatientes iraníes que, de acuerdo con Winter, habrían protagonizado atentados suicidas en Irak y Siria. "En nombre de Alá, soy Yasser, de Irán. Me he unido a Estado Islámico vía Telegram", dijo un joven en un reciente vídeo difundido en la provincia afgana de Nangarhar.
A pesar de los esfuerzos de Estado Islámico por reclutar insurgentes iraníes, de momento no habría tenido demasiado éxito. "El salafismo y la cultura persas son como el agua y el aceite, no se mezclan", ha explicado Alí Vaez, analista iraní del International Crisis Group. "Puede que haya descontento entre la comunidad suní, pero no es lo mismo que una revuelta interna", ha señalado.
CRISIS REGIONAL
Estos sucesos tiene lugar en plena crisis entre los países del Golfo por la decisión de Arabia Saudí y sus aliados de romper relaciones con Qatar, a quien acusan de apoyar a grupos terroristas y favorecer la agenda política de Irán, potencia rival del reino suní.
La nación persa está implicada en los principales conflictos regionales. En la guerra civil de Siria lucha junto al Gobierno de Bashar al Assad, mientras que en Yemen favorece a los huthis, que desafían la autoridad del Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi, respaldado por Arabia Saudí.