BAGDAD 22 Dic. (Reuters/EP) -
El grupo terrorista Estado Islámico ha reivindicado la autoría de tres atentados con coches bomba llevados a cabo esta semana, que han causado la muerte de al menos 15 civiles y ocho agentes de Policía en un suburbio en el este de la ciudad de Mosul, según ha informado el Ejército iraquí en un comunicado este jueves.
Los ataques tenían como objetivo la localidad de Kokjali, un distrito en el este de Mosul que las fuerzas iraquíes recuperaron de las manos de los milicianos yihadistas hace más de dos meses. Los coches bomba han estallado en el mercado de la localidad.
La ofensiva para recapturar la ciudad de Mosul, el principal bastión de los yihadistas en Irak, comenzó el pasado 17 de octubre. En las operaciones participan más de 100.000 efectivos pertenecientes al Ejército iraquí, milicias chiíes y peshmerga kurdos. Las fuerzas iraquíes también cuentan con el apoyo aéreo de Estados Unidos.
A pesar de que se estima que no hay más de 5.000 milicianos en el interior de la ciudad, el avance de las tropas iraquíes está siendo lento y difícil, ya que los yihadistas han colocado una gran cantidad de minas antipersona y artefactos explosivos caseros en su retirada de las zonas liberadas, causando la muerte de cientos de civiles y retrasando la ofensiva iraquí.
Este jueves, Naciones Unidas ha denunciado que al menos cuatro trabajadores humanitarios iraquíes y siete civiles han muerto a causa de proyectiles de mortero en las últimas 48 horas mientras trataban de distribuir ayuda humanitaria a la población civil afectada por los combates. "Los civiles que esperan asistencia humanitaria ya son especialmente vulnerables de por sí y necesitan ayuda. Deberían ser protegidas, no atacadas", ha indicado Lise Grande, la coordinadora humanitaria de Naciones Unidas para Irak.
"Todas las partes en el conflicto tienen una obligación de respetar el Derecho Internacional Humanitario y garantizar que los civiles sobreviven y reciben la ayuda que necesitan", ha añadido, recalcando que "el asesinato de civiles y cooperantes viola todos los principios humanitarios".
Según los últimos datos de la ONU, más de 107.000 personas se han visto obligadas a huir de sus casas a causa de la violencia. Por otra parte, más de 356.000 personas afectadas por la operación militar han recibido asistencia humanitaria.