MANILA, 3 Feb. (Reuters/EP) -
Estados Unidos está abierto a la posibilidad de desplegar patrullas navales conjuntas con Filipinas en el Mar de China Meridional, según ha informado este miércoles un diplomático estadounidense, y ha insistido en que continuarán ejerciendo "la libertad de navegación" en las disputadas aguas.
China reclama la soberanía de la mayor parte del Mar de China Meridional, en donde se hacen intercambios comerciales por valor de más de 5 billones de dólares (4,5 billones de euros) cada año. Vietnam, Malasia, Brunei, Filipinas y Taiwán también reclaman la soberanía del mar.
Manila ha pedido a Estados Unidos patrullar por la zona de forma conjunta después de que China comenzara a realizar pruebas de vuelo desde el Arrecife de Fiery Cross, una de las tres islas artificiales en dónde Pekín ha construido aeródromos.
"Hemos discutido este tema con Filipinas así que no descarto la posibilidad de hacerlo", ha asegurado el embajador de Estados Unidos en Filipinas, Philip Goldberg.
"Pero no estamos anunciando nada de antemano porque, bajo nuestro punto de vista, ejercer la libertad de navegación en el Mar de China Meridional está bajo el sistema legal internacional y continuaremos haciéndolo".
Este sábado, un barco de la armada estadounidense navegó 12 millas dentro de la zona que reclama China en el Mar de China para medir los límites de la libertad de navegación, según dijo el Pentágono, una acción muy criticada por Pekín.
Los Ministerios de Exteriores y Defensa de Estados Unidos y Filipinas se reunieron en Washington el mes pasado por segunda vez en más de tres años para discutir sobre el comercio y la seguridad, centrándose en el Mar de China Meridional.
Estados Unidos no reclama la soberanía de este mar y ha asegurado que no tomará parte en el conflicto, pero ha sido muy crítico con los movimientos de China.
En octubre, Estados Unidos desplegó patrullas navales cerca de las zonas reclamadas por China, Taiwán, Vietnam y Filipinas. Manila ha llevado a Pekín ante el Tribunal de Arbitraje de La Haya, un caso que el Gobierno chino no ha reconocido.