MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha anunciado este martes la entrega de otros 40 millones de dólares (unos 38,2 millones de euros) para hacer frente a la crisis alimentaria y de desplazados provocada por los enfrentamientos entre las autoridades de Mozambique y los grupos islamistas en el norte del país, así como por los recientes estragos de los desastres naturales.
La subsecretaria de Estado para los Asuntos Políticos, Victoria Nuland, ha revelado la cifra que enviará Washington durante una visita a los almacenes del Programa Mundial de Alimentos (PMA), situado en la ciudad de Matolab (sur).
Se trata de una "respuesta de emergencia a las necesidades alimentarias de los desplazados de la guerra y el terrorismo, de protección social, de construcción de resiliencia frente a los cambios climáticos y el apoyo nutricional para los más pequeños", según ha explicado Nuland.
En ese sentido, la subsecretaria de Estado ha apelado a la solidaridad del resto de países más ricos para que intensifiquen su ayuda y evitar que se produzcan más víctimas del hambre, en un contexto como el actual, en el que "el bloqueo" de Rusia a las exportaciones de cereal de Ucrania ha empeorado la situación.
"Uno de los grandes desafíos globales es la inseguridad alimentaria" provocada por el "cambio climático, las sequías, los conflictos y el terrorismo", todo ello agravado "por la guerra de Rusia contra Ucrania", ha señalado, según ha informado la agencia de noticias Lusa.
De esos 40 millones de dólares, el PMA recibirá alrededor de 29,5 millones, un apoyo con el que Estados Unidos confía en poder dar asistencia humanitaria a cerca de los 940.000 desplazados por los combates en la provincia de Cabo Delgado, asolada por la violencia yihadista desde 2017.
No obstante, la directora del PMA en Mozambique, Antonella D'Aprile, ha precisado que esta ayuda servirá para cubrir las necesidades "hasta septiembre", ya se necesita unos 17,4 millones de dólares (16,6 millones de euros) al mes para hacer frente a la crisis que está dejando tras de sí la guerra en Cabo Delgado.
El país sufre desde 2017 un empeoramiento de la situación de seguridad en la provincia de Cabo Delgado, si bien durante los últimos meses el Ejército ha logrado avances con apoyo de fuerzas especiales de Ruanda y efectivos de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC).
Cabo Delgado es escenario desde octubre de 2017 de ataques obra de milicianos islamistas conocidos como Al Shabaab, sin relación con el grupo homónimo que opera en Somalia y que mantiene lazos con Al Qaeda. Desde mediados de 2019 han sido reivindicados en su mayoría por Estado Islámico en África Central (ISCA), que ha recrudecido sus acciones desde marzo de 2020.