WASHINGTON, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este jueves nuevas sanciones contra siete individuos y dos empresas de Irán acusadas de colaborar en el desarrollo del programa nuclear iraní o de participar en ciberataques contra objetivos estadounidenses.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha advertido en un comunicado de que su Departamento seguirá tomando medidas "contundentes" para hacer frente a las "provocaciones" de Irán, entre las que ha incluido su apoyo al régimen de Bashar al Assad en Siria o su campaña de ciberataques para "desestabilizar" el sistema financiero de Estados Unidos.
Las últimas sanciones, ha explicado, tienen como objetivo "una empresa iraní que proporciona apoyo material al programa de misiles balísticos de la Guardia Revolucionaria, aerolíneas que respaldan el transporte de combatientes y armas a Siria y 'hackers' que ejecutan ciberataques contra instituciones financieras estadounidenses".
Los castigos suponen la congelación de los bienes que las personas y entidades señaladas puedan tener bajo soberanía de Estados Unidos, así como la prohibición de entablar relaciones comerciales con ellas.
Como telón de fondo, subyacen las dudas del Gobierno de Donald Trump del cumplimiento del acuerdo nuclear por parte de Irán. En abril, el presidente ordenó revisar si la suspensión de las sanciones vinculada a dicho acuerdo, negociado por la Administración de Barack Obama, perjudica la seguridad nacional de Estados Unidos.
El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, ha afirmado este jueves en rueda de prensa que su Gobierno sigue "revisando y desarrollando" su política en relación a Irán. "No se ha tomado ninguna decisión", ha aclarado, tras una reunión con el ministro de Exteriores iraní.
No obstante, Tillerson ha advertido de que, como Trump "ha dejado claro", Washington tendrá en cuenta "el conjunto de las amenazas, iraníes, no sólo sus capacidades nucleares", a la hora de adoptar posibles medidas. El jefe de la diplomacia norteamericana también ha señalado que la República Islámica no ha cumplido lo que se esperaba de ella tras el acuerdo de 2015.