Actualizado: martes, 14 julio 2015 20:12

WASHINGTON 14 Jul. (Reuters/EP) -

Estados Unidos ha expresado este martes su preocupación sobre el tratamiento a la oposición en Bahréin, tras la detención de un líder musulmán suní acusado de conspirar para derrocar a la monarquía, tan sólo tres semanas después de su salida de la cárcel.

El Ministerio de Interior de Bahréin anunció el domingo que Ibrahim Sharif, antiguo líder del partido laico Sociedad Nacional de Acción Democrática (Al Waad, por sus nombre en árabe), había sido detenido por incitar al derrocamiento del Gobierno y promover el "odio al régimen" en un discurso el 10 de julio. Sharif había sido liberado por un indulto real el 19 de junio después de más de cuatro años en prisión por su papel en unas revueltas para exigir reformas en la monarquía del golfo Pérsico.

El Departamento de Estado norteamericano ha asegurado que el arresto de Sharif, la detención y persecución del opositor Majeed Milad y los informes sobre la reapertura del caso contra Alí Salman, secretario general del partido Al Wefaq, "aumentan las preocupaciones sobre la restricción de la libertad de expresión en Bahréin".

En un comunicado, el portavoz del departamento, John Kirby, ha manifestado que Estados Unidos valoró de forma positiva la liberación del activista por los Derechos Humanos Nabeel Rajab, pero ha vuelto a instar al Gobierno a respetar la libertad de expresión.

Bahréin, que alberga la Quinta Flota del Ejército estadounidense, ha experimentado una esporádica tormenta política desde las masivas manifestaciones de 2011 lideradas por la mayoría chií, en las que pidieron reformas y un papel de mayor influencia en el Gobierno. Las revueltas se sofocaron gracias al apoyo militar de Arabia Saudí.

La agencia estatal de noticias de Bahréin, BNA, informó el lunes de que Rajab, uno de los activistas más conocidos del mundo árabe, había sido liberado de una pena de seis meses de cárcel, a la que fue condenado en mayo por insultar a las autoridades. La agencia atribuyó su puesta en libertad a razones de salud.

Bahréin asegurá que la oposición tiene una agenda sectaria y está respaldada por el poder chií iraní, acusación que rechazan los grupos chiíes y que Al Waad --partido de izquierdas con suníes y chiíes entre sus filas-- considera contradictoria debido a su discurso laico.

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