PESHAWAR, (PAKISTÁN) 25 (Reuters/EP)
Los estudiantes de la universidad de Charsadda (Pakistán) donde milicianos talibán mataron a 21 personas el 20 de enero, han condenado este lunes la falta de seguridad en el campus tras la reapertura del centro.
El miércoles, cuatro talibán armados atacaron la Universidad de Bacha Khan, ubicada en la provincia de Jiber Pajtunjua (norte). El grupo de atacantes irrumpió en las instalaciones y abrió fuego contra alumnos y profesores tanto en las clases como en las zonas residenciales.
Al menos 200 estudiantes han llevado a cabo este lunes una protesta en la universidad después de la reapertura del centro, gritando consignas tanto en contra del Gobierno como en contra de los talibán.
"¡Tenéis que protegernos!" han exigido, mientras pedían continuar con su educación a pesar de los ataques.
Administradores, estudiantes y profesores se han reunido este lunes, que no ha habido clases, para revisar las necesidades de seguridad ante la nueva oleada de ataques, según han informado a Reuters.
"Algunas personas no van a venir hoy a la universidad porque están muy preocupados por el incidente y por su seguridad personal y la de los estudiantes", ha explicado un profesor.
El jefe del Ejército de Pakistán, Rahil Sharif, ha afirmado este jueves que el ataque fue planeado y orquestado por milicianos talibán paquistaníes establecidos en Afganistán, y ha pedido al Gobierno afgano que colabore en la investigación.
Por su parte, Afganistán también ha culpado a menudo a Pakistán de dar asilo a líderes talibán afganos y han alegado que muchos de los ataques perpetrados en territorio afgano son planeados al otro lado de la frontera.
Los talibán paquistaníes, que trabajan de forma independiente pero están aliados con los afganos, mantienen una insurgencia contra el Gobierno de Pakistán desde 2007.
Cinco sospechosos han sido arrestados en Pakistán por actuar como "colaboradores" de los ataques, según informó el portavoz del Ejército paquistaní este sábado.
Pakistán ha detenido a cientos de supuestos milicianos desde el ataque en diciembre de 2014 a la escuela de Peshawar donde murieron 134 niños; el ataque terrorista más sangriento en la historia del país hasta la fecha. Sin embargo, la efectividad de las fuerzas de seguridad ha sido cuestionada ante la última oleada de ataques.