TAIPEI 21 Mar. (Reuters/EP) -
Miles de estudiantes taiwaneses han ondeado banderas y lanzado proclamas para protestar en contra de la firma de un acuerdo comercial entre Taiwán y China. Los jóvenes, que llevan tres días encerrados en el Parlamento, defienden que este acuerdo supondrá un aumento de la influencia de China en la economía del país.
La aprobación parlamentaria del acuerdo comercial debería marcar el camino para una mayor integración económica entre las dos naciones históricamente enfrentadas. La firma del acuerdo supondría la apertura de 60 materias del sector servicios de China a Taiwán y de 64 en el caso contrario.
Los manifestantes han reclamado una comparecencia del presidente de Taiwán mientras blandían girasoles, tanto en el propio parlamento como en las calles colindantes, como símbolo de esperanza.
También han mostrado pancartas contrarias al acuerdo comercial con China continental, el mayor destino para las exportaciones que se hacen desde la isla, y han denunciado los métodos antidemocráticos que se han empleado para impulsar el proyecto de ley a pesar de los obstáculos legales que se han encontrado.
"Nos oponemos al abuso que ejerce una élite política poco numerosa para presentar este proyecto de ley", ha declarado Blink Lin, estudiante universitario. Blink es uno de los cientos de manifestantes que protestan desde el interior del Parlamento.
Las personas que se oponen al acuerdo han usado las sillas de la Cámara para bloquear los accesos y han colocado una gran cantidad de pancartas en las que cargaban contra el presidente del país, Ma Ying Jeou.
Ma, que está al mando del Partido Kuomintang (KMT), es la persona que ha promovido el acuerdo con China, que será revisado por el Parlamento de Taiwán el próximo 8 de abril. Ma ha defendido la importancia de este acuerdo para mantener la competitividad de las exportaciones del país.
También ha declarado que ve el acuerdo como una condición previa al ingreso de Taiwán en la Asociación Transpacífica, una organización comercial a la que pertenecen 12 países y que se encuentra liderada por Estados Unidos.
"Tenemos miedo a que la influencia china afecte a la libertad de expresión en Taiwán", ha declarado Yoyo Wu, que lleva acampada en el Parlamento desde el martes, cuando los manifestantes bloquearon las entradas del edificio y acabaron con los esfuerzos de la Policía para expulsarles de la Cámara.
Taiwán ha sido tradicionalmente una dictadura que vivió una transición pacífica a la democracia en los años ochenta, pasando así a ser uno de los países con mayores garantías democráticas de Asia. Las peleas en el Parlamento son habituales, así como las protestas en sus inmediaciones.
NO HAY UN PLAN DE NEGOCIACIÓN
Ma Ying Jeou ha emitido un comunicado en el que ha informado de que no se ha establecido un plan de negociación con los líderes estudiantiles, pero ha remarcado que quiere lograr un consenso con los manifestantes para que el Parlamento vuelva a su actividad normal.
El Partido Kuomintang ha condenado el esfuerzo de la principal fuerza opositora, el Partido Progresista Democrático (DPP), para bloquear el acuerdo comercial con China. También ha calificado a los manifestantes de marionetas del partido opositor.
El partido ha emitido un comunicado en el que ha reafirmado que se trata de un acuerdo en materia política, no económica, y ha culpado al DPP de intentar bloquear de una forma "visceral" cualquier asunto relacionado con China.
Según un portavoz de la oposición, el DPP apoya la libertad de expresión de los estudiantes, pero ha negado que su partido esté detrás de las protestas.
También ha añadido que tienen miedo de que el acuerdo comercial afecte a pequeñas compañías que operan en el sector servicios, dañando así a la economía del país. Han lamentado que el partido no cuente con la representación necesaria para bloquear el proyecto de ley en el Parlamento.
China, que ha emitido una denuncia no oficial de las protestas a través de un editorial en el periódico 'Global Times', ha calificado los hechos de "vergonzosos para la democracia taiwanesa".
Taiwán y China se separaron después de que los comunistas se hicieran con el poder en el territorio continental del país en 1949. Desde entonces la relación entre ambos países ha sido tensa, pero la llegada al poder en 2008 de Ma Ying Jeou, afín a China, supuso un acercamiento de posturas entre la isla y el continente.
China todavía considera a Taiwán como una provincia renegada, y aspira a recuperarla aunque sea por la fuerza. Este es el motivo por el que muchos taiwaneses recelan del estrechamiento de lazos promovido por Ma.