Etiopía.- La crisis de los Omoro estalla en Etiopía con una masacre policial que podría haber dejado casi 300 muertos

MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

Casi 300 personas podrían haber muerto, según fuentes médicas a los medios locales, en un acto de represión de la Policía etíope contra miembros de la tribu Omoro en la ciudad de Bishoftu durante la celebración de la festividad de la Irrechaa, en lo que se trataría de uno de los actos más violentos jamás cometidos en un solo día contra esta población, que lleva meses denunciando la marginación y los abusos territoriales por parte del Gobierno central.

Según los testigos, varios helicópteros policiales sobrevolaron el festejo -- considerado como la mayor celebración espiritual del continente -- minutos antes de que la Policía de a pie dispersara con tiros al aire y gases lacrimógenos a decenas de personas que aprovecharon el evento para realizar una nueva protesta. Los disparos acabaron provocando una estampida humana.

Un grupo de oposición etíope ha cifrado los fallecidos en al menos medio centenar, pero ha advertido de que la estimación podría subir en los próximos minutos. Sin embargo, fuentes médicas han disparado esa cifra. Según el medio local Oromia Media Network, los hospitales de Bishoftu han confirmado que han recibido 120 cadáveres, a los que habría que sumar otros 175 fallecidos en hospitales de la capital del país.

Los disturbios han ocurrido durante la festividad religiosa de Irreecha, en la que la tribu Oromo expresa una vez al año su gratitud por los dones divinos, y donde efectúa reivindicaciones por sus derechos. "Necesitamos libertad" o "Necesitamos justicia" han sido algunas de las consignas de la protesta, que ha impedido la intervención de los notables oromos, considerados afines al Gobierno.

Más de 1.000 integrantes de la comunidad Oromo han muerto en las regiones de Oromia y Amhara en los últimos 11 meses, durante los que han sido objeto del acoso sistemático de las fuerzas de seguridad, según denuncian ONG como Human Rights Watch. Las protestas en Etiopía tras la publicación de uno de sus informes sobre la situación en el país generó unas protestas respondidas por la Policía con tal violencia que acabaron con las vidas de casi cuatrocientas personas.

"Durante años, Estados Unidos, Reino Unido y otros gobiernos influyentes básicamente han rechazado condenar públicamente las prácticas represivas del Gobierno etíope", ha declarado el investigador para el Cuerno de África de HRW, Félix Horne.

"Pero una estrategia de "diplomacia callada" se está viendo cada vez más limitada a medida que la situación de los Derechos Humanos en Etiopía retrocede y su respuesta de mano dura a las protestas predominantemente pacíficas está aumentando más ira y frustración", añadió.

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