Etiopía declara 'persona non grata' a siete trabajadores de la ONU por "entrometerse" en asuntos del país

El primer ministro etíope, Abiy Ahmed.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed. - JU PENG / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO
Actualizado: viernes, 1 octubre 2021 4:14

El Consejo Europeo condena lo ocurrido y EEUU advierte con "medidas agresivas"

Guterres informa que la ONU conversa con el Gobierno con la "expectativa" de que se permita al personal continuar su labor

EEUU pide una "revocación inmediata" de la decisión y avisa de que "no dudará" en imponer sanciones

MADRID, 1 (EUROPA PRESS)

El Gobierno de Etiopía ha informado este jueves de que siete trabajadores de diferentes agencias de Naciones Unidas han sido declarados 'persona non grata' "por entrometerse en los asuntos internos del país".

El Ministerio de Asuntos Exteriores etíope ha emitido un escueto comunicado a través de sus redes sociales en el que menciona a cada una de estas personas y les advierte de que deberán salir del país en un plazo máximo de 72 horas.

Entre los expulsados está el representante de UNICEF en Etiopía, Adele Khodr; y varios trabajadores de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), así como de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

La noticia ha dejado "conmocionado" al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, como ha afirmado en un primer momento la portavoz adjunta Stephanie Tremblay.

Posteriormente, el propio Guterres ha asegurado, en un comunicado, que la decisión del Gobierno etíope le ha sorprendido y ha informado de que la ONU se encuentra "comprometiéndose" con el Gobierno de Etiopía "con la expectativa de que se permita al personal en cuestión continuar con su importante labor".

En este sentido, ha subrayado que las operaciones humanitarias de la organización "se rigen por los principios fundamentales de humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia" y ha precisado que en Etiopía se está brindando ayuda "para salvar vidas (...) de personas que lo necesitan desesperadamente".

"Tengo plena confianza en el personal que está en Etiopía haciendo este trabajo", ha aseverado, para garantizar el "compromiso" de la organización con los etíopes que depende de la asistencia.

EUROPA Y EEUU EXPRESAN SU RECHAZO

Quien también ha mostrado su sorpresa ha sido el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien ha condenado la acción del Gobierno etíope y ha enviado muestras de solidaridad a los responsables y trabajadores de Naciones Unidas.

"Todo el apoyo a la ONU y a António Guterres tras la expulsión de altos funcionarios por parte de Etiopía", país, ha dicho, que "perderá personal fundamental" de Naciones Unidas "que brinda ayuda y apoyo al pueblo".

Por último, Michel ha insistido a las autoridades del Gobierno de Etiopía que garanticen el acceso humanitario "sin obstáculos", así como el "respeto al derecho internacional humanitario", pues es "una prioridad" para Tigray.

Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha expresado en un comunicado su rechazo a la decisión del Gobierno etíope y ha pedido una "revocación inmediata" de la medida.

El jefe de la diplomacia estadounidense ha recordado que este anuncio se ha producido pocos días después de que el jefe de la OCHA, Martin Griffiths, advirtiera de que la hambruna "se está apoderando de Etiopía", por lo que la expulsión es "contraproducente para los esfuerzos internacionales por mantener a los civiles a salvo y brindar asistencia para salvar las vidas de millones de personas".

Blinken ha avisado de que Estados Unidos podría utilizar la orden recientemente firmada por el presidente estadounidense, Joe Biden, que autoriza un nuevo régimen de sanciones a Etiopía en relación con la crisis en la región de Tigray.

"No dudaremos en utilizar esta autoridad u otras herramientas para responder a quienes obstruyen la asistencia humanitaria al pueblo de Etiopía", ha advertido, para llamar a la comunidad internacional a "emplear todas las herramientas apropiadas para ejercer presión sobre el Gobierno de Etiopía y cualquier otro actor que impida el acceso humanitario".

Por último, el secretario de Estado estadounidense ha instado al Gobierno etíope que trabaje "en colaboración con la ONU y los socios internacionales" para "permitir y facilitar el acceso humanitario seguro y sin obstáculos a todos los necesitados".

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, también ha insistido en que la Administración Biden impondrá nuevas sanciones si no hay "cambios claros y concretos" con respecto a la postura del Ejecutivo de Etiopía en el conflicto interno en Tigray.

Washington se está preparando "para tomar medidas agresivas" ante este escenario e "imponer sanciones selectivas contra una serie de individuos y entidades", ha avanzado.

ONG EXPULSADAS

No es la primera que las autoridades etíopes arremeten contra las organizaciones humanitarias, a las que acusan de apoyar a las fuerzas rebeldes de la provincia de Tigray, lo que ha estado dificultando el envío de ayuda humanitaria a esta región situada en el norte del país.

Esta semana, el secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, alertó de la difícil situación humanitaria a la que tiene que hacer frente el país africano, en especial en la región de Tigray, en donde la tasa de desnutrición ha superado ya el 22 por ciento.

Durante una entrevista para la cadena Sky News, Griffiths denunció que el Gobierno etíope había estado fabricando pruebas falsas para evitar que los agentes de Naciones Unidas puedan desplegar ayuda humanitaria en esta parte del país, que se encuentra asolada por el conflicto interno desde hace ya casi un año.

El pasado mes de agosto, el Gobierno anunció la suspensión de los permisos de trabajo en la región de Tigray norte de tres ONG internacionales, entre ellas Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).

La ofensiva del Ejército etíope contra el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) arrancó el 4 de noviembre por orden del primer ministro, Abiy Ahmed, en respuesta a un ataque de este grupo contra una base del Ejército en la capital regional, Mekelle, que se saldó con la muerte de un importante número de militares etíopes.

Tras ello, las fuerzas etíopes, que contaron con el apoyo de tropas eritreas y las fuerzas especiales de Amhara, lograron tomar Mekelle e imponer una autoridad interna, si bien finalmente han terminado cediendo terreno, lo que llevó a Abiy a anunciar el alto el fuego aduciendo razones humanitarias.

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