MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Etiopía ha denunciado este lunes una serie de ataques "horribles" por parte del grupo rebelde Ejército de Liberación Oromo (OLA) --brazo armado del Frente de Liberación Oromo (OLF)-- en la región de Amhara, sin que por el momento haya trascendido un balance de víctimas.
El jefe de seguridad en la zona Sheua Norte, Abera Mekonen, ha señalado que los ataques, lanzados en la tarde del jueves y que continuaron durante el fin de semana, fueron perpetrado contra cinco distritos situados unos 250 kilómetros al norte de la capital, Adís Abeba.
Abera ha indicado que "un gran número de fuerzas armadas invadieron estas zonas" con armamento pesado, tras lo que "incendiaron viviendas y mataron a personas", lo que ha sido confirmado por residentes citados por la cadena de televisión británica BBC.
Así, el portavoz de las autoridades de Ahmara, Gizachew Muluneh, ha subrayado que los ataques, que han desplazado a miles de civiles, fueron "graves y horribles", mientras que el Ministerio de Defensa ha dicho que las zonas de Shoa Norte y Wollo Sur quedan bajo su mando a través de un nuevo puesto de mando.
El Ministerio ha expresado sus condolencias por "la pérdida de vidas y la destrucción de propiedades como resultado de la violencia armada en Ataye y sus alrededores", antes de agregar que trabajará para garantizar la seguridad de la población, tal y como ha recogido la cadena de televisión etíope Fana.
Las autoridades del país africano han acusado al OLA de estar detrás de varias matanzas durante los últimos meses, principalmente en las regiones de Amhara y Oromía, con lo que buscarían incrementar las tensiones intercomunitarias, al alza durante los últimos meses.
El OLF estuvo luchando durante décadas por la secesión de la región de Oromía, pero en 2018 anunció que renunciaba a la lucha armada, aceptando la oferta de amnistía del primer ministro, Abiy Ahmed. Los oromos son la etnia mayoritaria en Etiopía pero tradicionalmente habían estado marginados del poder.
El partido anunció a principios de marzo su decisión de no participar en las próximas elecciones legislativas en Etiopía, previstas para junio, sumándose así al boicot anunciado por el Congreso Federalista Oromo (OFC), en medio de las tensiones políticas en el país africano.