BRUSELAS 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los principales grupos políticos de la Eurocámara han reclamado una mayor implicación y recursos de la Unión Europea para combatir las campañas de desinformación y propaganda rusa para desestabilizar países de la UE, incluido durante procesos electorales y en el caso de Cataluña, durante un debate en el pleno en Estrasburgo.
El eurodiputado del PP Esteban González Pons ha instado a la Unión Europea a "reaccionar más en serio" contra las campañas de desinformación y de propaganda rusa que "son una amenaza para la democracia" y tras lamentar la indefensión en la que se encuentra la UE, que apenas cuenta con un millón de presupuesto y un equipo de 17 personas para combatirla frente a los mil millones de euros al año que destina el Kremlin en medios públicos.
"En los últimos sucesos en Cataluña por ejemplo se han detectado, actuando a favor de la ruptura de España, más de 4.800 robots que difundían de forma constante información falsa o manipulada en Internet", ha denunciado González Pons, que ha criticado que "algunas televisiones rusas" también haya difundido notificas falsas con "imágenes de carros de combate, de tanques, dirigiéndose a Barcelona".
"Tenemos que disuadir de forma creíble las ciberinjerencias del Kremlin y sus operaciones de desinformación. El Kremlin tiende a escuchar cuando se le dice que se enfrentará a consecuencias desagradables y con un coste significativo", ha agregado la vicepresidenta del grupo popular europeo, la eurodiputada letona Sandra Kalniete, que ha pedido cambios legislativos "rápidos" para atajar las desinformación y las notificas falsas, más financiación y recursos de la UE para combatirlas y revisar "la financiación indirecta del Kremlin de actores políticos europeos, en particular el apoyo a fuerzas antieuropeas y antidemocráticas".
El eurodiputado socialista austriaco Eugen Freund también ha acusado a Sputnik y Russia Today de difundir noticias falsas y ha asegurado que "el Kremlin tiene en principio relación por su financiación de estos medios de comunicación" y ha admitido que Europa necesita "una estrategia para combatir esto".
Su compañero de filas, el eurodiputado del PSOE Juan Fernando López Aguilar ha recordado que las agencias de inteligencia europeas, los informes del Congreso de Estados Unidos y la comisión de investigación en Reino Unido "señalan a miles de cuentas automatizadas, radicadas en Rusia, que atacan los valores fundacionales de las sociedades democráticas", algo que, ha recordado, también se ha puesto de manifiesto "en Cataluña para sembrar el caos y confusión, favoreciendo la causa de la secesión" y ha pedido que la UE "invierta y se equipe para hacer frente a esta amenaza que es absolutamente real".
El eurodiputado letón del grupo conservador y reformista, Roberts Zile, también ha reclamado que la UE utilice "medicinas contundentes" para responder al problema de los ciberataques y la desinformación. "Muchos pensaron que las únicas víctimas eran los países bálticos, pero no. Rusia puede tener mucho éxito a la hora de difundir noticias falsas", ha avisado.
Por su parte, el eurodiputado liberal holandés Johannes Van Baalen, ha pedido "ser activos" para combatir "con hechos" las desinformaciones de Rusia, China y otros y ha reclamado "transparencia en las plataformas" para saber "de donde vienen" y "quien financia" las noticias falsas.
"Desde hace un tiempo sabemos que los medios de propaganda y políticos rusos desean polarizar el debate en el seno de la UE. Quieren socavar el debate democrático y favorecer el euroescepticismo", ha agregado la eurodiputada verde alemana Rebecca Harms, que ha pedido más esfuerzos para "detectar estas notificas falsas" y ha reclamado que los medios sociales respeten "las mismas normas" que los medios tradicionales.
IZQUIERDA Y EL GRUPO EUROESCÉPTICO DICEN QUE NO HAY PRUEBAS
La eurodiputada de la Izquierda Unitaria Europea Barbara Spinelli ha sido una de las pocas voces discordantes en el debate, dejando claro que "no hay pruebas" de la injerencia rusa. "No pretendo defender al régimen ruso", ha puntualizado, si bien ha insistido en la necesidad de tener "mucho cuidado" con palabras "ambiguas" como son "las noticias falsas" tras recordar que los países tradicionales en Europa difundieron "mentiras sobre las armas de destrucción masiva" en Irak y ha alertado contra la idea de "censurar Internet".
También desde el grupo euroescéptico de la Europa de la Libertad y la Democracia Directa, el eurodiputado de Alternativa para Alemania Jörg Meuthen ha ironizado que "Rusia es el chivo expiatorio de todo", mientras que el eurodiputado de la Liga Norte Mario Borghezio ha recordado que "los servicios de seguridad italianos han desmentido" supuestos intentos de Rusia de influir en las elecciones en Italia y ha pedido tener "cuidado" con este tipo de acusaciones, tras recordar que también se ha dicho que Rusia "ha influido en el referéndum del Brexit" y "en la expresión democrática del pueblo catalán". "Es el pueblo el que se expresa hasta que se demuestre lo contrario", ha zanjado.
BRUSELAS DENUNCIA ESTRATEGIA ORQUESTADA DE DESINFORMACIÓN PROKREMLIN
"Hay pocas dudas de que las campañas de desinformación proKremlin son una estrategia orquestada para difundir las mismas historias de desinformación en el mayor número de lenguas, canales y con mayor frecuenta posible", ha alertado durante el debate el comisario de Seguridad, Julian King, que ha recordado que se trata de una de las principales conclusiones del equipo en el servicio diplomático europeo, que ha detectado 3.500 ejemplos de desinformación contra la UE hasta la fecha.
King ha asegurado que "las autoridades rusas no esconden los objetivos de estas campañas de desinformación" teniendo en cuenta que "la doctrina militar oficial rusa" contempla el "uso de datos falsos y propaganda desestabilizadora" como un arma "legítima" y ha recordado que "los Estados miembro están en primera línea" para combatir la desinformación rusa, aunque la Comisión presentará en primavera una propuesta para atajar la desinformación y las notificas falsas. Eso sí, dejando claro que Bruselas no pretende crear "un Ministerio de la Verdad" y la necesidad de evitar "un efecto adverso para la libertad de expresión".