Bruselas avisa del perjuicio para el mercado único si algún país se desmarca del sistema
BRUSELAS, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El pleno del Parlamento Europeo ha pedido este jueves a la Comisión Europea que reevalúe las consecuencias en la salud de los europeos del cambio horario que se aplica en toda la Unión Europea a finales de marzo y de octubre, con el objetivo de valorar su posible supresión, tal y como reclama Finlandia.
Los eurodiputados han adoptado una resolución no vinculante en la que reconocen que no existen pruebas científicas concluyentes pero recalcan que sí hay indicios que apuntan al efecto pernicioso de este sistema, armonizado a nivel europeo.
Bruselas ve en este debate un asunto "complejo" sobre el que ha eludido posicionarse, mientras sus servicios examinan a fondo las quejas y propuestas recibidas desde la sociedad civil y algunos eurodiputados.
La comisaria de Transporte, Violeta Bulc, ha advertido en un debate previo al voto de que el asunto fue discutido a nivel de ministros en una reunión el pasado diciembre, a petición de Finlandia. Desde entonces, "ningún Estado miembro" a excepción del que sacó el tema ha pedido cambios o mostrado preocupación por esta cuestión, según ha defendido la comisaria.
Eurodiputados y comisaria han coincidido durante el debate en la necesidad de mantener un sistema armonizado y evitar que un país u otro tome medidas de manera unilateral para desmarcarse de las reglas que marca la directiva sobre la cuestión horaria en la UE.
"Las pruebas solo son concluyentes en cuanto a que dar libertad a los países para decidir sobre el cambio horario iría en detrimento del mercado interior", ha resumido Bulc, quien ha señalado el sector del transporte como principal afectado por medidas unilaterales.
La directiva sobre el horario de verano, vigente desde 2001, establece una fecha y hora comunes en toda la UE para los cambios de hora, con objeto de garantizar el correcto funcionamiento del mercado interior.
Varias iniciativas ciudadanas han puesto de relieve las preocupaciones de la ciudadanía por el sistema, que implica modificar la hora dos veces al año, a final de marzo y final de octubre.