Verhofstadt admite que "el clima no es bueno" pero avisa de que un Brexit duro será malo para ambas partes
BRUSELAS, 3 May. (EUROPA PRESS) -
El coordinador del Parlamento Europeo para las negociaciones del Brexit, el eurodiputado liberal Guy Verhofstadt, ha reclamado este miércoles que la Eurocámara tenga voz propia para decidir si hay "progresos suficientes" en las negociaciones con Reino Unido sobre las condiciones del divorcio para dar luz verde al inicio de las negociaciones del futuro acuerdo con Londres.
"La intención del Parlamento Europeo es hacer su propia evaluación en la segunda mitad del año de si se han hecho suficiente progresos y podemos pasar de la fase uno a la fase dos", ha explicado el ex primer ministro belga y coordinador de la negociación del Brexit de la Eurocámara.
En la Comisión de Asuntos Constitucionales para debatir el proceso de salida del Reino Unido del bloque, Verhofstadt ha confiado en que no se necesite volver a "usar el artículo 50 (del Tratado de la UE) nunca más en el futuro".
Los Veintiocho han dejado claro que sólo si hay avances "suficientes" para resolver el limbo legal en el que quedarán los 3 millones de ciudadanos comunitarios en Reino Unido y fijar la factura a la que Londres tendrá que hacer frente para cumplir con sus compromisos presupuestarios con el bloque aceptarán empezar a discutir, en una segunda fase, el futuro acuerdo o marco de relación nueva con Reino Unido, cuyo Gobierno pedía una negociación paralela para negociar las condiciones del divorcio y el nuevo acuerdo a la vez.
Verhofstadt ha admitido que la decisión "la tomará el Consejo europeo" pero ha defendido que la necesidad de que el Parlamento europeo "dé su opinión sobre si se han hecho progresos suficientes" en octubre o noviembre para poder comenzar a negociar la relación futura con Reino Unido, "antes de que el Consejo europeo haga su evaluación".
El coordinador principal del Brexit ha defendido el "marco correcto" para encuadrar la futura relación con Reino Unido debe pasar por "un acuerdo de asociación". "Porque es un marco flexible. Se pueden hacer muchas cosas dentro de un acuerdo de asociación, puede ser pequeño, amplio, puede cubrir solo comercio y economía, pero también puede incluir seguridad, interna y externa", ha explicado el belga.
Verhofstadt ha evitado aclarar, a preguntas de los eurodiputados, si comparte con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que la primera ministra británica, Theresa May, "vive en otra galaxia diferente", tal y como le trasladó a la canciller alemana, Angela Merkel, tras la cena que mantuvieron la semana pasada para abordar el Brexit, en la que May habría dejado claro a Juncker que Londres no le debe nada al resto, según la prensa.
EL BREXIT DURO SERÁ MALO PARA AMBOS
"El clima no es bueno", ha admitido el ex primer ministro belga, que ha enmarcado dentro de la normalidad la "presión de ambas partes". "Siempre ocurre al principio de una negociación", ha recordado, insistiendo en que la presión se mantendrá por ambas partes hasta que comiencen las negociaciones reales, tras las elecciones generales del 8 de junio en Reino Unido. "No estoy preocupado por esto", ha insistido. "Es un asunto serio", ha recordado.
Verhofstadt ha avisado de que "un Brexit duro será una cosa mala para Europa y será peor para Reino Unido". "No creo que por parte europea tengamos que empezar con este objetivo. El objetivo debe ser encontrar una nueva relación con Reino Unido, basado en el principio de que nunca fuera de la UE se puede tener un estatus mejor que dentro de la Unión", ha avisado.
"Un Brexit duro será malo para todo el mundo, pero desde luego será un golpe duro para Reino Unido", ha remachado, admitiendo que "es difícil evaluar" por ahora "cuál es la propuesta" de Londres, algo que genera "incertidumbre", que "no es buena, en primer lugar para los ciudadanos que llevan un año con incertidumbre sobre sus derechos, su estatus".
"Estoy preocupado por esto. No podemos permitirnos que los ciudadanos sigan con esta incertidumbre, después un año, otros seis meses o un año. Esto está destruyendo las vidas de las familias, los negocios", ha avisado tras recordar que la Eurocámara ha recibido "miles y miles" de cartas de ciudadanos europeos y británicos pidiendo "ayuda", motivo por el cual ha pedido "eliminar lo más rápido posible esta incertidumbre como parte del acuerdo de la retirada", aunque "solo se formalizará" cuando se concluya el acuerdo de retirada "en su conjunto".
Verhofstadt ha asegurado que la Eurocámara coincide "casi al 100%" con la propuesta de mandato de negociación del Brexit de la Comisión Europea presentada este martes --sobre el que la Conferencia de Presidentes de la Eurocámara se pronunciará el 11 de mayo antes de su adopción por los Veintiocho el día 22-- aunque en el caso de los derechos de los ciudadanos la Eurocámara ha reclamado que "debe haber reciprocidad desde el principio hasta el fin" respecto a los británicos que viven en la UE y los europeos que viven en Reino Unido y se deben garantizar "de manera amplia, no reductora". "Debe ser el primer capítulo a negociar", ha remachado.
LA FACTURA NO ES UN CASTIGO
Respecto a la 'factura' del divorcio, ha insistido en que debe incluir "todos los compromisos" asumidos por Reino Unido y "todos pasivos, incluidos los pasivos de contingencia". "No tiene nada que ver con un castigo o la venganza. Simplemente hay un divorcio. Una de las parejas no puede asumir toda la carga", ha avisado. Eso sí, ha dejado claro que "nunca" se ha entrado a discutir todavía "la cifra" y que antes hay que acordar "los principios de contabilidad adecuados", que deben ser "la base para el arreglo financiero". "Si se acuerda esto, entonces la cifra será el resultado", ha argumentado.
La Eurocámara, ha explicado, también ha pedido "dejar claro que en todo el proceso (de negociación) será el Tribunal de Justicia europeo el que tendrá el papel de control de todo el proceso".
Verhofstadt ha dejado claro que si Reino Unido mantiene el acceso al mercado interior durante el periodo de transición hasta que haya un nuevo acuerdo si se pacta, esa posibilidad abarca a "todo el mercado interno, también la libertad de movimiento de las personas". En este periodo transitorio, también la jurisdicción europea seguirá siendo "la aplicable".