VIENA, 12 Ene. (Reuters/EP) -
El Gobierno austriaco tomará medidas más contundentes para rechazar a los inmigrantes económicos con el objetivo de reducir el flujo migratorio en el país y ha considerado que la ayuda de otros países europeos en esta crisis sigue siendo insuficiente, según han afirmado este martes varios ministros.
El vicecanciller austriaco, Reinhold Mitterlehner, ha asegurado que Austria ha sufrido dificultades para controlar la situación en el ámbito nacional, ante la falta de ayuda de sus vecinos europeos.
"No veo nada en el ámbito europeo que apunte a que se van a tomar decisiones", ha asegurado Mitterlehener. Además, ha señalado que se frenará la creación de los puntos calientes en las fronteras europeas, que se establecen para acelerar los procesos de asilo.
Por su parte, la primer ministro, Johanna Mikl Leitner, ha asegurado que los acuerdos de Dublín se habían aplicado de una forma más contundente para permitir enviar a los refugiados de vuelta al primer estado de la Unión Europea al que llegaron.
Mikl Leitner ha afirmado que los inmigrantes económicos son también los que huyen de la guerra, ya que viajan a algunos países más ricos, como Suecia o Alemania, los cuales están enviando a cientos de refugiados de vuelta a Austria.
El canciller austriaco, Werner Faymann, también ha pedido que se reduzca el número de llegadas y ha exigido que se aplique un nuevo plan B. "Esto se traduce en intensificar las políticas junto a Alemania para devolver inmigrantes económicos y para disminuir las cifras globales", ha asegurado el socialdemócrata Faymann.
Unos 90.000 refugiados han buscado asilo durante 2015 en Austria, un país con una población de unos 8,5 millones de habitantes, tres veces más que el año anterior según los datos del Ministerio de Interior.
LA POSICIÓN DE ALEMANIA
Faymann ha afirmado también que Austria necesitaba diferenciar a los refugiados que huyen de la guerra de los que llegan a Europa por razones económicas. "Estaremos más presentes en nuestras fronteras que ahora. Los alemanes también van a ayudar más", ha asegurado Faymann, aunque se ha negado a explicar las medidas especificas que pondrán en marcha tanto Austria como Alemania.
El mes pasado, el canciller austriaco afirmó que Austria debería intensificar las deportaciones de personas que no podrían solicitar asilo en el país. La Policía austriaca aseguró el lunes que Alemania ha comenzado a negar la entrada de refugiados en su frontera sur, provocando que éstos vuelvan a Austria.
El Ministerio de Interior alemán ha explicado este martes que estas personas habían afirmado a su llegada a la frontera que no querían solicitar el asilo en Alemania, sino en otro país. "Alemania en parte ha dicho adiós a la 'cultura de acogida'", ha asegurado este martes Mikl Leitner.