Europa/EEUU.- Dependencia energética y calentamiento global principales preocupaciones de los ciudadanos

Actualizado: jueves, 6 septiembre 2007 16:57

MADRID 6 Sep. (EUROPA PRESS) -

La dependencia energética, el terrorismo internacional y el calentamiento global son los problemas que más preocupan a los ciudadanos europeos y norteamericanos, según el informe Transatlantic Trends 2007 realizado por la empresa TNS Opinion en colaboración con la Fundación BBVA y otras instituciones europeas.

Tanto la población europea como la estadounidense temen especialmente la excesiva dependencia energética de sus países. Un 88 por ciento de los norteamericanos creen que éste problema es el que tienen más posibilidades de afectarles en los próximos diez años, frente a un 78 de europeos, que así lo consideran según el informe. Los dos bloques ven en la disminución de la dependencia aunque sea a costa de subir el precio de la energía en el hogar, la mejor de las soluciones (con un 54 por ciento de aprobación en EEUU y un 38 por ciento en Europa), aunque también hay una gran aprobación a la colaboración con otros Gobiernos en materia energética aunque sean países antidemocráticos.

El terrorismo internacional es otro de los asuntos que más preocupan a la población estadounidense, según reconoció el 74 por ciento de los encuestados, mientras que en Europa, lo hicieron un 66 por ciento, y en especial en España, donde el 81 por ciento de la población declaró tenerlo entre sus mayores preocupaciones.

La mayoría de los encuestados de todos los países apoya el envío de tropas a Afganistán para contribuir a su reconstrucción (así lo creen el 64 por ciento de los encuestados en Estados Unidos y en Europa, mientras que en España el respaldo llega al 81 por ciento), aunque existe una gran discrepancia entre los dos continentes en lo referente al uso de la fuerza para combatir a los talibán y a los presuntos insurgentes.

En este sentido, mientras que el 68 por ciento de los norteamericanos aprueba el envío de tropas para este tipo de operaciones de combate, sólo un 30 por ciento de los europeos y un 27 por ciento de los españoles están de acuerdo con esto.

IRÁN

En el caso de que fallen los esfuerzos diplomáticos para impedir que Irán adquiera armas nucleares, casi la mitad de los norteamericanos, un 47 por ciento de los encuestados, estaría dispuesto a que su país mantuviese la opción de usar la fuerza militar, frente a una minoría de europeos, tan sólo un 18 por ciento la aprueban mientras que entre los españoles, un 17 por ciento así lo reconocieron. Aun así, la mayoría de los encuestados cree que deberían hacerse más esfuerzos para intentar frenar las aspiraciones nucleares de Irán.

Tanto un 79 por ciento de los norteamericanos como un 67 por ciento de los europeos desconfían del papel de Rusia como proveedor de armas a Oriente Próximo, el 75 por ciento en Estados Unidos y el 57 por ciento en Europa también desconfían del debilitamiento de su democracia y el 58 y el 59 por ciento respectivamente de estadounidenes y europeos duda de su papel como proveedor de energía. En cambio, China es visto más como una amenaza económica que como una oportunidad comercial, mientras que la mitad de los norteamericanos la ven además como una amenaza militar.

La mayoría de los encuestados se decanta sensiblemente por las soluciones pacíficas como el incremento de la ayuda al desarrollo, con un 84 por ciento, el uso de la presión comercial, con un 74 por ciento o el envío de tropas de paz, con un 68 por ciento de los encuestados que lo respalda. En contraposición, el uso de la fuerza para acciones de combate, sólo un 20 por ciento estarían a favor. En cuanto a España, este apoyo es aún más bajo y se sitúa en el 13 por ciento aunque es el país europeo que aprueba más ampliamente todas las soluciones pacífica, destacando las ayudas al desarrollo con un 96 por ciento.

LIDERAZGO ESTADOUNIDENSE Y PAPEL DE LA UE

En cuanto al liderazgo estadounidense, esta muy mal visto por los ciudadanos europeos, de los cuales tan sólo un 36 por ciento cree que es bueno que este país siga dominando las relaciones internacionales, mientras que un 56 por ciento lo creen poco o nada deseable. Los españoles se encuentran por debajo de la media de aprobación de este liderazgo, únicamente un 18 por ciento desea que Estados Unidos siga siendo la primera potencia mundial frente a un 79 por ciento que está en desacuerdo.

El apoyo al presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, es aún más bajo ya que sólo un 17 por ciento de la población europea apoya su política internacional y la gestión que ha realizado durante su mandato. La diferencia entre la desaprobación de Bush y del liderazgo de su país sigue rondando los 20 puntos desde el comienzo de su presidencia, aunque con una sensible bajada en ambos casos. La caída de popularidad en su mayoría se debe, tanto en Estados Unidos como en Europa, a la actuación en la guerra de Irak y al propio presidente.

En cuanto a la Unión Europea, nueve de cada diez ciudadanos están ampliamente a favor de que el organismo asuma más responsabilidades frente a las amenazas internacionales. Sobre la cuestión de si debería o no hacerse en colaboración con Estados Unidos, las opiniones están muy divididas, con un 54 por cuento a favor y un 43 por cierto que prefiere que se haga de una forma más independiente. Francia es el país en el que más encuestados manifestaron su deseo de que la UE afronte las amenazas internacionales por su cuenta, con un 58 por ciento.

Un 37 por ciento de los norteamericanos cree que su país debería promocionar la democracia en el resto del mundo, 8 puntos menos que el año pasado y 15 menos que en 2005. Por el contrario, una gran mayoría de europeos, el 71 por ciento, cree que debería ser una de las prioridades en la política exterior europea. España destaca en este deseo ya que un 87 por ciento de los encuestados creen que el establecimiento de la democracia debería ser una de las máximas tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea.

La población turca expresó un descenso en sus esperanzas de entrar en la UE, aunque un 56 de los europeos ven muy probable su entrada. Sólo un 40 por ciento de los turcos encuestados opinaban que la entrada en la Unión Europea es una buena decisión, lo que supone una caída de 14 puntos desde el año pasado y de 33 respecto a 2004.