MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
Cerca de un centenar de trabajadores de los equipos de respuesta contra el ébola en las provincias congoleñas de Ituri y Kivu Norte (este) han sido evacuados de sus puestos a raíz de los últimos ataques contra dos centros de tratamiento, que se saldaron con cuatro muertos.
Según las informaciones recogidas por la emisora congoleña Radio Okapi, los agentes han empezado a ser trasladados a la ciudad de Goma en un vuelo del Servicio Aéreo Humanitario de Naciones Unidas (UNHAS) desde el aeropuerto de Mavivi.
Fuentes aeroportuarias han indicado que cerca de un centenar de trabajadores del Ministerio de Sanidad y varias ONG han estado implicadas en el traslado a raíz de los ataques contra centros de tratamiento en Biakato y Mangina.
Pese a ello, el director general de la respuesta contra el ébola ha recalcado que las actividades continúan en estas dos zonas y que los equipos permanecen desplegados sobre el terreno.
Los ataques contra Biakato (Ituri) y en un centro de coordinación médico en Mangina (Kivu Norte) se saldaron con la muerte de un miembro de un equipo de vacunación, dos conductores y un agente de la Policía.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, lamentó el jueves el fallecimiento de "personas que han muerto cumpliendo con su deber mientras trabajaban para salvar a otras". "El mundo ha perdido a profesionales valientes", subrayó.
El brote se ha cobrado desde su detección en agosto de 2018 unas 2.200 vidas. La OMS estima en más de 3.300 los casos, lo que la sitúa la epidemia como la más grave de la historia en el país africano, aunque en la última semana el número de nuevos enfermos se ha reducido a siete --en abril hubo picos de más de 120 semanales--.
"El ébola está en retroceso. Estos ataques le darán fuerza de nuevo y más personas morirán como consecuencia", dijo Tedros, quien vio "trágico" que pueda haber "más sufrimiento innecesario en comunidades que ya han sufrido mucho". Por este motivo, llamó a romper "el círculo de violencia".
AUMENTO DE LA INSEGURIDAD
La inseguridad y la actividad de grupos armados han sido algunos de los principales desafíos para contener el brote. La OMS y algunas ONG han evacuado a parte de su personal en Beni, ante la creciente tensión por los ataques continuados contra la población civil que han dejado cerca de cien muertos en el último mes.
El malestar en Beni ha ido en aumento ante la ola de ataques y lo que la población considera como "inacción" de la Misión de la ONU en el país (MONUSCO), a la que reprochan no actuar aunque algunos de los crímenes se han cometido cerca de sus bases.
El lunes, los manifestantes atacaron el ayuntamiento de Beni y la base de la MONUSCO en la ciudad, prendiendo fuego a las instalaciones. Las protestas durante la jornada se saldaron con al menos cuatro muertos. También se han registrado muertos en protestas en otras ciudades del este del país.
Este mismo viernes ha sido linchado un soldado en la localidad de Mabasele, en los alrededores de Oicha, después de que un grupo de residentes le confundieran con un miliciano, según el portal local de noticias Actualité.
Ante el deterioro de la situación, el Gobierno de Félix Tshisekedi ha decidido instalar un cuartel general avanzado del Ejército en Beni y la realización de patrullas conjuntas con la MONUSCO, que ya han comenzado.