DAKAR, 15 May. (Reuters/EP) -
Los civiles que habían quedado atrapados en la mezquita de Mangassou han podido finalmente salir del templo a pesar de la presencia de milicias antibalaka, según ha informado un portavoz de la Misión de la ONU en República Centroafricana, (MINUSCA), Hervé Verhoosel.
Los grupos armados que rodean la mezquita de Bangassou han permitido el inicio de la evacuación de los civiles --aproximadamente un millar-- que buscaron refugio en el templo debido a la ofensiva de milicias 'antibalaka', predominantemente cristiana.
"Puedo confirmar que la mezquita está ahora vacía. Los últimos 250 hombres que quedaban dentro hasta esta tarde han sido ya trasladados", ha apuntado Verhoosel en declaraciones telefónicas desde Bangui.
Una vez concluida la evacuación, los efectivos de la MINUCA han disparado contra los milicianos que custodiaban la mezquita, ha explicado Verhoosel.
Los ataques durante el fin de semana en la localidad de Bangassou, en la frontera con República Democrática del Congo (RDC) han implicado a cientos de combatientes provistos con armamento pesado y parecen tener como objetivo a los musulmanes, según fuentes de la ONU y cooperantes, en el último signo de que el conflicto en el país parece estar deteriorándose.
La base de la ONU en esta ciudad también ha sido atacada, provocando el despliegue de efectivos adicionales a esta remota localidad el domingo en anticipación de nuevos ataques.
"La situación es extremadamente deplorable y estamos haciendo todo lo posible para recuperar rápidamente el control de Bangassou", ha indicado a Reuters en una entrevista el jefe de la Misión de la ONU en el país (MINUSCA), Parfait Onanga-Anyanga.
Preguntado sobre el balance de civiles muertos, ha añadido: "está claro que estamos hablando de cifras que podrían fácilmente alcanzar 20 a 30". Según ha añadido Onanga-Anyanga, muchos de los combatientes son niños soldado que parecen estar bajo los efectos de las drogas.
La propia MINUSCA ha informado de que "la noche ha transcurrido en calma en Bangassou". "Los 'cascos azules' están recuperando progresivamente el control de la localidad", ha apuntado esta mañana la MINUSCA en su cuenta de Twitter.
En los últimos meses, milicias itinerantes alentadas por rivalidades étnicas y religiosas han hecho aumentar la violencia pese a las promesas de participar en un programa de desarme auspiciado por el Gobierno.
Los cooperantes han señalado que los milicianos parece estar aprovechando el vacío de seguridad después de que las tropas ugandesas y francesas abandonaran el país en los últimos meses tras concluir su misión.
República Centroafricana lleva sumida en un conflicto interreligioso desde 2013 cuando los antiguos rebeldes Séléka, principalmente musulmanes, se hicieron con el poder y depusieron al entonces presidente Francois Bozizé, provocando la aparición de milicias 'anti-balaka' que actuaron en represalia.
Actualmente, en el país hay más de 400.000 desplazados internos y 2,2 millones de personas, casi la mitad de la población, necesitan ayuda humanitaria, según la ONU.