TOKIO 11 Mar. (Reuters/EP) -
Las autoridades japonesas han comenzado a evacuar a miles de ciudadanos que residen en el entorno de la central nuclear de Fukushima Daiichi, en el noreste del país, como medida de precaución ante la posibilidad de que se registre algún escape radiactivo por el terremoto de 8,9 grados que ha sacudido la costa nororiental del país asiático.
El secretario jefe del Gabinete japonés, Yukio Edano, ha explicado que han sido evacuados los ciudadanos que viven en un radio de tres kilómetros de la central nuclear. La agencia de noticias japonesa Kiodo ha indicado que han sido evacuadas unas 3.000 personas.
Tras el seísmo, el Gobierno ha declarado el estado de emergencia en esta factoría por un fallo en uno de los sistemas de refrigeración del reactor, que ahora está siendo reparado, según ha informado el Ministerio de Comercio a la agencia de noticias Jiji.
La prefectura de Fukushima ha asegurado, según la agencia Kiodo, que los niveles de agua en el reactor no están en valores críticos. El director del grupo de energía nuclear del Instituto de Economía y Energía de Japón, Tomoko Murakami, ha subrayado que no existe ningún riesgo inminente de radiación en la planta nuclear.
"Incluso si las barras de combustible están expuestas, eso no significan que comiencen a derretirse inmediatamente", ha explicado. "Incluso si los rodillos de combustible se derriten y la presión dentro del reactor aumenta la radiación no se filtraría mientras el reactor siga funcionando bien", ha añadido.
Por su parte, Mark Hibbs, experto nuclear de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, ha advertido de que la situación podría empeorar. "No es un tema para reírse", ha dicho, en referencia a las informaciones que apuntan que uno o más de los generadores diésel del sistema de refrigeración no están funcionando.
El experto ha asegurado que hay una grave preocupación en Japón por la posibilidad de la refrigeración del núcleo y la retirada del calor residual estén aseguradas en la central. "Si eso no ocurre, si el calor no es retirado, hay un riesgo definitivo de que el núcleo se derrita. El combustible sobrecalentado se daña y se derrite", ha indicado.
La compañía propietaria de la planta nuclear, TEPCO, ha confirmado que los niveles de agua en los reactores están fallando pero ha subrayado que está trabajando para mantener dichos niveles con el objetivo de evitar la exposición de los rodillos de combustible.
La empresa ha estado intentado recuperar la energía en su sistema de emergencia energético para poder añadir agua a los reactores, según un portavoz de TEPCO. "Hay una bajada (de los niveles de agua) pero no hemos confirmado una exposición de los rodillos de combustible", ha indicado el portavoz.
Los reactores que se han cerrado como consecuencia del terremoto producen el 18 por ciento de la energía nuclear de Japón. El sector nuclear produce cerca de un 30 por ciento de la electricidad del país y las preocupaciones por la seguridad de las centrales han aumentado en la última década. Muchas de los reactores nucleares están situados en zonas propensas a sufrir terremotos como la prefectura de Fukhusima, en el noreste del país, y la de Fukui, en la costa.
Japón ya ha comunicado a la Agencia Internacional de la Energía Atómica que ha elevado el nivel de alerta en la planta nuclear Fukushima. La compañía TEPCO estaba operando tres de los seis reactores de la central cuando se registró el terremoto. Los tres reactores han sido cerrados tras el seísmo.
El portavoz de la compañía ha informado de que no hay preocupación por posibles escapes de agua en los tres reactores que no estaban funcionando en el momento del temblor. Esos tres reactores estaban siendo sometidos a un proceso de mantenimiento.