MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
La ex fiscal general en funciones de Estados Unidos Sally Yates --destituida por el propio presidente, Donald Trump, después de pedir al Departamento de Justicia que no acatara su orden ejecutiva sobre migración-- había informado a la Casa Blanca de que el asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, habría mentido sobre sus contactos con Rusia.
La polémica surgió una semana antes de que Trump asumiera la Presidencia de Estados Unidos, cuando se conoció que el entonces candidato Flynn había mantenido una serie de contactos con el embajador ruso en Estados Unidos, Sergei Kisliak, el día previo a que Washington impusiera, a finales de diciembre, una nueva ronda de sanciones contra Rusia.
Según ha informado el diario 'The Washington Post', Yates informó el mes pasado de que Flynn habría mentido a altos cargos del Gobierno --entre ellos al vicepresidente, Mike Pence-- acerca de la naturaleza de la conversación, y advirtió de que el asesor era "potencialmente vulnerable" a chantaje por parte de Rusia.
Según un comunicado del portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, leído ante los medios, Trump está "evaluando la situación" en torno a Flynn, a propósito de la cual está intercambiando información con Pence, quien aseguró públicamente que durante ese contacto no se había tratado el tema de las sanciones.
No obstante, el mencionado diario publicó la semana pasada una información que apuntaba a que sí se había hablado acerca de las sanciones impuestas a Moscú, por lo que Pence decidió reunirse con Flynn.
"(Trump) está hablando con el vicepresidente sobre la conversación que había tenido con el general Flynn, y también con otra gente sobre lo que considera el asunto más importante: nuestra seguridad nacional", ha explicado Spicer, según recoge la cadena CNN.
Poco antes, la asesora del presidente, Kellyanne Conway, aseguró en declaraciones a la cadena MSNBC que Trump tiene "plena confianza" en el general, si bien no quiso matizar cuánto sabía éste acerca de sus contactos con Moscú previos a la imposición de sanciones.
A finales de diciembre, el Gobierno de Estados Unidos, aún en manos de Barack Obama, anunció la expulsión de 35 diplomáticos rusos, el cierre de dos complejos rusos y la ampliación de las sanciones contra individuos y entidades rusos, en respuesta a la supuesta injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales para favorecer la victoria de Trump.
Después de esto Spicer explicó que las llamadas mantenidas entre ambos tenían como único objetivo fijar una fecha para que Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin, se comunicaran por teléfono una vez que el republicano accediera a la presidencia.