RÍO DE JANEIRO 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ex ministro de la Casa Civil --portavoz gubernamental-- José Dirceu, uno de los principales líderes del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil condenado por el caso 'mensalao', ha dejado la cárcel este martes y cumplirá el resto de la condena en su casa de Brasilia.
Dirceu se ha acogido a los beneficios que prevé la ley para los presos en régimen semiabierto, que trabajan durante el día y regresan a dormir a la cárcel. Así, ha logrado reducir su condena 142 días, con lo que ya ha cumplido un sexto del total y tiene derecho a cumplir el resto de la pena en su domicilio particular, en régimen abierto.
El ex ministro 'petista' ha acudido esta tarde a la Vara de Ejecuciones Penales (VEP) de Brasilia, donde ha sido informado de las nuevas condiciones de su condena. Ha sido recibido por un grupo de personas con gritos de 'ladrón' y ha habido cierta confusión con unos humoristas del programa de televisión 'Pánico na Band', que intentaban entregarle un fajo de billetes, según informa la prensa local.
A partir de ahora podrá seguir trabajando en el despacho del abogado criminalista José Gerardo Grossi, pero de 21.00 a 5.00 (hora local) deberá estar en casa. Durante el fin de semana, deberá permanecer en su domicilio todo el tiempo.
Además, no podrá ir en compañía de otras personas que también estén cumpliendo condena, no podrá portar armas, beber bebidas alcohólicas ni frecuentar bares. Tampoco podrá dejar el Distrito Federal sin autorización judicial.
Dirceu fue acusado de corrupción activa en el caso 'mensalão', apuntado por el entonces presidente del Tribunal Supremo, Joaquim Barbosa, como uno de los líderes de la trama, junto a José Genoino, Delúbio Soares y Sílvio Pereira. Aunque fue condenado a siete años y once meses por corrupción no llegará a pasar un año encarcelado, ya que fue detenido el 15 de noviembre del año pasado.
Más de una treintena de políticos y empresarios se sentaron en el banquillo por el caso 'mensalao', en el que se investigó una red de compra de votos en el Congreso para garantizar el apoyo al Gobierno de Luis Inácio Lula da Silva, que negó estar al tanto de los sobornos.