CARACAS, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un total de 27 ex presidentes iberoamericanos, entre los que se incluye el español José María Aznar, han advertido de la "deriva antidemocrática" en Venezuela, que podría "comprometer la paz y la estabilidad", y han urgido a la Organización de Estados Americanos (OEA) a actuar.
"Alertamos a la opinión pública de nuestros países sobre la deriva antidemocrática que tiene lugar en Venezuela, en medio de una grave crisis social y humanitaria, susceptible de comprometer la paz y estabilidad de sus instituciones", han dicho en una declaración difundida por la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA).
Los firmantes han hecho un llamamiento "a la comunidad internacional, a los distintos gobiernos y a las instituciones multilaterales concernidas, a fin de que cooperen para que cesen las graves alteraciones que sufre el orden democrático y constitucional en Venezuela".
En concreto, han instado a la OEA y a su secretario general, Luis Almagro, a "adoptar con carácter de urgencia las iniciativas que juzgue pertinentes dentro del marco de la Carta Democrática Interamericana".
Los ex dirigentes han basado su denuncia en que desde que se eligió la nueva Asamblea Nacional, el 6 de diciembre, el Gobierno de Nicolás Maduro "ha impedido su normal funcionamiento, enervando sus tareas constitucionales de control, legislación y deliberación, y desplegando, incluso, acciones de violencia dirigidas a frustrar el contrapeso democrático que significan frente al resto de poderes absolutos".
A este respecto, han recordado que poco antes de que expirara el mandato del antiguo Parlamento, los diputados 'chavistas' eligieron a los nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), entre los que hay "militantes de primera línea del partido de Gobierno".
"Bajo su nueva composición", el TSJ ha adoptado decisiones "con el propósito de alterar la mayoría calificada opositora" y "cercenar las competencias constitucionales de control y legislación que le corresponden a la Asamblea Nacional", dando lugar a "un régimen de excepción constitucional".
El TSJ ha limitado el poder del Congreso para revisar el proceso de designación de los nuevos magistrados, algo que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) --coalición opositora-- ha calificado de "golpe" desde el Poder Judicial.
La designación de los magistrados del TSJ es especialmente importante en el actual contexto político venezolano, con una Asamblea Nacional en manos de la MUD --después de 16 años de hegemonía 'chavista'-- y Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores.
El TSJ será el responsable de dirimir los conflictos que se planteen entre Parlamento y Gobierno por la aprobación de leyes, decidiendo en qué casos prevalecerá el veto presidencial y en cuáles la decisión del Poder Legislativo.