MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ex vicepresidente de Ecuador Jorge Glas ha regresado este miércoles a la cárcel de Lacatunga tras pasar un día ingresado en un hospital de Quito a causa de la huelga de hambre que inició el pasado 23 de octubre para denunciar los supuestos abusos en su contra.
Glas se declaró en huelga de hambre el pasado domingo tras ser trasladado de cárcel para, según argumentan las autoridades ecuatorianas, evitar su fuga después de la protagonizada por el ex secretario Fernando Alvarado en el mismo centro penitenciario. El miércoles fue ingresado en un hospital.
El antiguo 'número dos' ha vuelto a Lacatunga en las últimas, en medio de fuertes medidas de seguridad, de acuerdo con el diario ecuatoriano 'El Comercio'. Su abogado, Eduardo Franco, ha denunciado en declaraciones a Sputnik que se trata de "una acción violatoria de los Derechos Humanos".
El Ministerio de Justicia, por su parte, ha informado en un comunicado de que Glas ha regresado a Lacatunga porque, según los informes médicos, su estado de salud es "estable". Además, ha defendido, esta cárcel "guarda las mejores condiciones de seguridad y bienestar".
Justicia ha aprovechado para reiterar que "el Gobierno garantiza la seguridad personal del procesado (...) a igual que de todos los detenidos en el país", aunque ha matizado que "no puede hacerse responsable si él o cualquiera de los procesados se infringen daños".
"Esa es su propia responsabilidad y de las personas que desde el exterior y en el país incitan a actitudes agresivas cuando ellas cómodamente no asumen actitudes de solidaridad real con quienes dicen respaldar", ha reprochado el Ministerio.
Glas fue condenado en diciembre de 2017 a seis años de prisión por un delito de asociación ilícita vinculado a la red de cobro de sobornos a cambio de la adjudicación de obra pública que ha protagonizado la constructora brasileña Odebrecht en toda la región.
El ex presidente Rafael Correa, perseguido también por la Justicia ecuatoriana, ha atribuido la ofensiva judicial contra él y contra sus antiguos colaboradores a una persecución política que estaría orquestada por su sucesor y también ex vicepresidente, Lenín Moreno.