MADRID, 27 Sep. (Reuters/EP) -
Cientos de miles de musulmanes de la minoría rohingya se han visto obligados a dejar sus hogares y emigrar al vecino Bangladesh desde que la violencia estalló en el estado birmano de Rajine el pasado 25 de agosto.
Los refugiados escapan de la ola represiva lanzada por el Gobierno de Birmania a raíz de una serie de ataques perpetrados el 25 de agosto por insurgentes. Para el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, se trata de un caso de "limpieza étnica".
Estos gráficos de la agencia Reuters muestran la magnitud y la rapidez con la que se está desarrollando este éxodo:
En los primeros cinco días de este éxodo, más de 18.000 refugiados rohingya llegaron a Bangladesh.
Más de la mitad de los que llegan tienen menos de 18 años. Además, las ONG que trabajan sobre el terreno han denunciado que un gran número de ellos son niños que viajan sin su familia.
Alrededor de 197.000 rohingya vivían en campos de refugiados en Bangñadesh antes de que estallara el conflicto. El número se ha disparado por encima del medio millón. La mayoría de estos refugiados que han llegado al país viven en campamentos improvisados, mientras que los dos campamentos de refugiados oficiales, en Kutupalong y Nayapara, están al borde de su capacidad y sólo alberga al 13% de los que han llegado. La magnitud de esta cifra de refugiados se puede comparar con la población de algunas ciudades de occidente:
"Cientos de miles de refugiados han cruzado a Bangladesh y todavía están llegando. El sufrimiento que han padecido, especialmente los niños y las mujeres, es inimaginable. Nuestro único objetivo es reducir su sufrimiento lo antes posible", ha asegurado Fred Witteveen, director de World Vision para Bangladesh. World Vision ha alertado de que las condiciones de vida en los campos para refugiados de la zona dejan mucho que desear y hay una enorme falta de recursos. Por otro lado, se prevé que la lluvia continúe en los próximos días, multiplicando el riesgo de brotes de enfermedades en las áreas densamente pobladas de los campamentos, por lo que la ONG ha destacado la necesidad de ampliar rápidamente las intervenciones en vivienda, salud, agua y saneamiento.
De acuerdo con datos de Acción contra el Hambre, otra de las organizaciones humanitarias presentes en la zona, más del 90 por ciento de los recién llegados a Bangladesh desde Birmania están durmiendo al aire libre bajo la lluvia y entre el barro. Hasta la fecha, menos del 25 por ciento tienen acceso a letrinas o zonas de lavado.
Fuentes: Reuters, ACNUR, Inter Sector Coordination Group (ISCG)