MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha informado este lunes de que un equipo de expertos viajará la próxima semana a Japón para supervisar la liberación al mar del agua radiactiva tratada de la planta nuclear dañada de Fukushima.
Durante su estancia en el país, prevista entre los días 14 y 18 de febrero, los expertos evaluarán la seguridad de verter el agua contaminada de la central de Fukushima Daiichi casi once años después del desastre provocado por un fuerte terremoto y un tsunami en la zona.
La liberación de este agua al mar estaba ya prevista para la primavera de 2023, si bien los gobiernos de China y Corea del Sur, así como el sector pesquero local, continúan oponiéndose a esta decisión, tal y como ha recogido la agencia de noticias Kiodo.
La llegada de los expertos de la AIEA estaba prevista, en un inicio, para mediados de diciembre, pero tuvo que ser pospuesta debido al alto nivel de contagios provocado por la variante ómicron del coronavirus.
Ahora, el equipo analizará la situación con el Gobierno nipón y representantes de la compañía energética Tokyo Electric (Tepco), que gestionaba la planta de Fukushima. El proceso podría durar décadas, según las previsiones de las autoridades. Una comisión del Ministerio de Economía, Comercio e Industria concluyó en febrero de 2020 que liberar el agua en el mar y evaporarla eran opciones viables.
No obstante, organizaciones como Greenpeace han condenado la decisión y han subrayado que "vulnera los Derechos Humanos y los intereses de la población de Fukushima, Japón y otros países de la región de Asia-Pacífico".
A pesar de que ha pasado más de una década desde que se produjo el desastre nuclear, los reactores dañados necesitan agua para reducir su alta temperatura, lo que produce unas 140 toneladas de agua contaminada al día. Este agua es filtrada y almacenada en más de un millar de tanques.
Sin embargo, Tepco ha señalado que a lo largo de este año no habrá espacio para más tanques, lo que ha llevado a las autoridades a decidir finalmente que el agua filtrada de los tanques sea liberada al mar.